Pero hubo dos que se pusieron las pilas y deslumbraron. Una es Florencia de la V, que mandó una carta de lectores a La Nación en la que celebró la media sanción y habló de lo difícil que es tener que justificar lo que uno es y siente cuando es gay para que le reconozcan derechos que no deberían ser puestos en tela de juicio.
El otro fue Pepe Cibrián Campoy, que dio una entrevista fabulosa a Soy, en la que rebatió con altura los argumentos que se oponen al casorio y a adopción de parejas gays. "Lo que entendí entonces y ahora; es que la cama no nos define, se es hombre, se es mujer, qué importa... Yo me pregunto si tantos legisladores que hablan en contra de la homosexualidad no le darían a sus hijos la vacuna del sida si la hubiera descubierto un homosexual. Una persona es lo que hace y no lo que hace en su vida íntima, se es buen amigo, maestro, cura, lo que sea, lo otro no importa", dijo Pepito.
Realmente, celebro la actitud de ambos. Y reconozco que aunque no me gusten los musicales de Cibrián y Angel Mahler, Pepe se convirtió con gestos como este -o su participación la semana pasada en uno de los almuerzos de Mirtha que estuvo dedicado al matrimonio gay- se perfila como el mejor referente "famoso" de la comunidad gay a la hora de hacer oir sus reclamos con inteligencia y emotividad.
By the way: no se pierdan el Soy de esta semana que vino muy bueno, con un debate sobre lo que pasó en diputados y una entrevista al hijo gay del diputado Cuccovillo que hizo mi amigo Fede Sierra.
Hola Lake,
ResponderBorrarPepito se cargó al hombro la causa, más de lo que todos esperábamos, no? Hay que ir a almorzar con la Hotton y la Negre de Alonso sin atragantarse de furia... no cualquiera.
Y la entrevista esa esta subida mal. Eran dos, la que se puede leer ahí es la que le hice a la hija de la diputada Olga Guzmán. La piba LE QUEMÓ el cerebro a la madre para que vote a favor de la ley hasta que la convenció. Una genia