Chupate esta mandarina, Benedicto!
España está a un paso de legalizar el casamiento entre personas del mismo sexo. Casamiento, casamiento, nada de unión civil, registro de parejas ni ninguna denominación ridícula para que las señoras gordas no se espanten tanto: ¡Estamos hablando de matrimonios de putos y tortas! Lo que necesitaba el mundo para equilibrar la que se viene desde el vaticano.
PS: acabo de usar palabras como putos y tortas y recordé a esos activistas que gritaban en la marcha del orgullo y cómo pensé en que no había necesitad de apelar a denominaciones burdas para referirse a ser gay o lesbiana... al final apelé al mismo recurso, que bajo caí.
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