A mí se me hizo un poco largo porque los camiones tardaron bastante en arrancar. Y cuando llegamos a la plaza había tanta gente que nos quedamos a un costado, pero no se veía ni de oía nada. Igual me pareció que era largo y aburrido como otros años esa parte.
Después, cansados de tanto ajetreo y luego de un tiempo prudencial en la plaza (había mucha gente linda y había para todos los gustos), nos fuimos a comer a Cervantes, en donde una bruta porción de pasta nos ayudó a recuperarnos del trajinado día que pasamos dedicados al orgullo gay.
2 comentarios:
Chicos glee jaja
Yo no pude ir el año pasado, pero coincido en que me dió la impresión de que fue la más multitudinaria que recuerde.
Noté un par de cosas y quisiera saber si coincidís:
* Faltó la clásica escena de escándalo enfrente de la Catedral. Lá unica referencia a la Iglesia que vi fue 3 hombres arriba de 60 vestidos de monjas.
Creo que eso habla de que nuestra pelea ya no va por ese camino (con la ley de matrimonio igualitario les ganamos!!). Celebro esta ausencia porque me parece que el desinterés les debe molestar más que la pelea.
* La marcha fue muy muy tarde. Una de las cosas que me gusta es esto de mostrarse de día. Pero si estamos "encerraditos" en la plaza y recién marchamos cuando se va la luz, me parece que no está bueno. Hay que mostrarse más!!
* En el Congreso tiene que haber FIESTA!!. No se quién fue la que se le ocurrió poner folcklore para arrancar el recibimiento en el Congreso.
* Lo mejor que tiene la marcha es la mezcla de gente. El mundo gay (como la sociedad) está muy compartimentalizado, y este evento permite que todo el abanico gay se encuentre en un lugar común. Celebro eso, y estoy aguardando la próxima marcha.
* No te crucé, sino te hubiera saludado y me hubiera presentado como un lector asiduo de tu blog.
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