Thumbs down!
"No señor, no me gusta", hubiera dicho ese caballo con acento sureño que aparecía en "Ren & Stimpy". Y eso que el no había visto "Fat Actress". La verdad que las propagandas me habían gustado. ¿Kirstie Alley? ¿Haciendo de gorda? ¿En una serie que se ríe de los problemas de los gordos? Bueno, sí y no. Sí, es Kirstie Alley tomando su gordura en joda (y mirá que está gorda la muy perra!). Pero sin la más mínima condescendencia hacia su "problema". Digámoslo claro: es muy cruel. Punto número dos: me dio asco la forma en la que tocaron el tema del sexo y de la comida. Punto tres: los chistes políticamente incorrectos sobre negros fueron... éticamente cuestionables. ¡Y encima para nada! Lo único que me hizo reir fue el principio, cuando Kirstie se quejaba de que a los hombres gordos nadie les hace problema, como a John Goodman o Jason Alexander. Incluso a James Gandolfini... "Es una ballena, el tipo es aún más gordo que yo!", gritaba desesperada la gorda Alley. Ahora me explico por qué el programa empezó con buena audiencia en EEUU pero terminó sin pena ni gloria.