Papá Oso llegó a casa del mal humor el viernes. No había tenido un buen día y quería sacarse la mufa. Así que abordamos el Renault 4 del Amor y encaramos hacia la parrilla La Cabrera, recomendación de mi suegra. Pero nos pareció que nos iban a matar con el precio y seguimos camino. Segunda parada, Carola López. Estaba vacío y nos dio miedo. Tercera parada: El Mosquito. Hasta las bolas de gente. Cuarta parada: Mamma Rosa. Más gente esperando en la vereda. Ya un poco débiles por la recorrida y la falta de comida, nos topamos con una parrillita de campo muy sencilla en Lavalleja y Lerma (creo) llamada La Vieja Rueda. Había poca gente pero nos animamos igual. Y no nos arrepentimos. El asado estaba bueno, super completo. Y la milanesa a la napolitana de ternera la rompía (aunque las papas fritas no estaban tan bien). Plus: el flan casero era antológico. El lugar muy austero, con algunos detalles de decoración "camprestre" y un detalle que es todo: atrás del mostrador en el que está la caja tienen una super pecera que tiene peces de todos colores y ¡2 ranas blancas!Para salir del paso, ir con amigos y caer en la tentación del delivery.
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