Lake y su bizarre streaming

Fin de semana salvaje
Creo que tengo que asumir que ya estoy muy viejo para emborracharme mal en las fiestas de cumpleaños. El sábado a la noche terminé tirado en un sillón, durmiendo la mona. Cuando me desperté, en el viaje de regreso a mi hogar, se me vino a la cabeza una propaganda que decía "mandá la palabra mumúa al *2020". Pero bueno, el cumple de Rob fue algo memorable. Había mucha gente y todos estábamos muy animados. Especialmente después de beber el ponche loco de Papá Oso, que dejó a unos cuantos en estado calamitoso. Bailamos, hablamos, nos reimos... fue una noche muy completa. De cuando me dormí tengo algunos flashes. Como por ejemplo, que alguien se acostaba encima mío. O de alguien tocando con la guitarra "Five Years", de Bowie. O de la gente que cada vez era menos en el cumple. También me dijeron que me acostaron a Rita, la chihuahua de Luke, sobre la panza y que la perra se quedó dormida conmigo. Pero no pudieron sacar fotos porque la cámara la tenía pegada a la mano y no la soltaba. En fin.

El domingo nos levantamos como pudimos y partimos hacia la Venta de Garage. Fuimos de los primeros, porque queríamos darle a Luke y a Diego nuestro apoyo moral. Así que acomodamos nuestras pertenencias a la venta e hicimos sociales con los amigos que fueron cayendo al evento. Fue muy grosso. Buena música, cosas para comprar y vender, tostados caseros con queso cheddar y buena compañía. Estuvimos como seis horas, parados, y no se nos hizo largo para nada. Encima nos deshicimos de cosas que teníamos en casa y que ya no usábamos. Ah, y conseguimos un par de cosas lindas: Papá Oso un pantalón de lino muy bonito, y yo una campera deportiva puma muy "new raver", según Rob. Nuestros amigos también ligaron: Willito se llevó el codiciado reloj despertador de Doraemon y Tina un conjunto para hacer pilates de "Desperate Housewives". Nos quedaron cosas por vender (incluidos muchísimos pines de Mierda Carajo Shop), así que estaremos de vuelta el próximo domingo.