Lake y su bizarre streaming

Aquí no hay quien viva
El jueves tuve que ver, obligado pero con buenas expectativas, el debut de "Aquí no hay quien viva". Y qué quieren que les diga... ¡Me pareció reverenda bosta! Coincido con Luis María Hermida, que se pregunta en su crítica de Clarín sobre si era realmente necesario importar este formato que nada tiene que envidiarle a producciones locales por demás conocidas.
A mí lo que menos me gustó fue la historia. Obviamente, si uno pone "Son de Fierro" o "Los Roldán" y le busca el pelo al huevo siempre va a encontrar cosas que son un delirio que sería imposible en la realidad. Pero no sé, eso del edificio en el que hay pugnas de poder, personajes bizarros y enredos varios me resultó infantil y sumamente inverosímil. Se nota que trataron de meterle chistes con referencias locales -se trata de una adaptación de un programa español- pero ni eso me pareció divertido.
Y los tres conflictos principales del capítulo me parecieron patéticos: 1) Hay que tener todo en regla para que no clausuren el edificio porque el videoclub de planta baja está en contravención (¿Si clausuran el local del edificio por qué tendrían que clausurar el resto?). 2) Las vecinas que se meten en la casa de la pareja gay para comprobar que son putos (¿Hacía falta entrar para darse cuenta? ¿La escena donde rompen todo para que no se den cuenta que ellas entraron era necesaria?) 3) Al nuevo vecino se le cierra la puerta y se queda del lado de afuera, en bolas y cubierto sólo con una toalla (???).
No sé, no pude encontrar a nadie que lo haya visto para saber si soy yo o si el programa es alta cagada.