Flor de quilombo se armó la semana pasada en "ShowMatch" cuando, en medio de una discusión, Graciela Alfano le dijo a Aníbal Pachano "sidoso de mierda". Ella dice que él le pegó una cachetada, él dice que no. Lo cierto es que con esto la TV argentina tocó fondo. En otros países habría sanciones para el ciclo y/o para quien hubiera dicho semejante barbaridad. Pero acá no pasó nada.
Eso sí, Pachano finalmente dijo que tiene HIV y lloró en todos los programas habidos y por haber porque Alfano "rompió un código del corazón" (whatever that means).
Mientras tanto, Tinelli salió a hablar del tema pero evitó opinar de la pelea y se quedó a medio camino: habló en "ShowMatch" de la discriminación que sufren las personas con HIV, dijo que no se puede descalificar a una persona por tener una enfermedad y aclaró que es una enfermedad que se transmite con mayor frecuencia por contactos heterosexuales (?).
Que una persona con HIV puede hacer una vida normal gracias a los cócteles de drogas, que se contagia solamente por sangre o por vía sexual y que la única forma de cuidarse es teniendo relaciones con preservativo se lo olvidó totalmente. Y ni hablar de sancionar a Graciela Alfano o echarla del programa. La verdad, Marce, con las buenas intenciones sin mucho convencimiento nos quedamos cortos. ¿O no?
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