Recuerdos de una mudanza enquilombada
Non stop. Del jueves a la tarde al domingo a la noche. Casi sin dormir. Así fue
mi mudanza.
Y eso que el depto nuevo está a escasas 20 cuadras del viejo.
Claro, esto es lo que pasa cuando te desalojan y en cuanto firmás contrato
tenés que huir. Una semana no fue suficiente para embalar todo. Así que fue bastante caótico. No nos entraron ni la comida ni los tupperware en la cocina nueva. El Easy estuvo cerrado por el primero de mayo. No teníamos luz en la mitad de la casa (¿Puede ser que los mamertos que contratan las inmoviliaras para hacer mantenimiento sepan menos que yo de instalaciones eléctricas?)
Al menos mi mamá vino el sábado con Lemon Pie y ayudó a pasar la aspiradora.
Igual... que lugar raro es el Palermo Outlet. Salís a la calle y no parás de ver gente hipnotizada por vidrieras... incluso vi un maniquí desnudo y sin brazos y me creí que era un mensaje subliminal del tipo "si no comprás ropa acá sos boleta".
Aún no pude ubicar deliveries estratégicos... aunque compré pizzas en repetidas ocasiones en Torino.
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