Pesadilla borgeana
Algo tan simple como cambiar un libro en una librería porteña puede convertirse en una pesadilla borgeana. Hasta diría que con toque kafkianos. Me habían regalado para mi cumpleaños (si, hace mucho) un libro que otro amigo me regaló después. Así que ese libro primero lo fui a cambiar.
Había dejado pasar muuuchos días, porque por un motivo u otro me daba fiaca ir hasta Uruguay y Corrientes. Pero junté coraje y fui. Al llegar le pregunté a un vendedor que me dijo que tenia que agarrar el libro que quisiera y llevarlo a la caja para hacer el cambio. Le dije que quería el libro "Historia de la homosexualidad en Argentina", de Osvaldo Bazán. Así que el tipo lo busca en el estante y no está. "Esperame acá". Lo espero como 10 minutos. Vuelve. "No está, esperá que lo busco acá". Otros 20 minutos. Al final el tipo me dice que los libros están ahí, pero que no sabe donde y que no puede llamar a la otra sucursal (que está en la otra cuadra) para que yo cambie mi libro y que tampoco puedo ir yo allí, porque debo cambiarlo en la sucursal donde lo compre (pero si es una cadena!!!). Resignado me quedé mirando fijo el estante... Incluso pensé en salir corriendo y tirando los libros a la mierda al grito de "abajo la homofobia". Hasta que un pelado que hacía minutos no sabía donde estaba el libro vino y puso tres en el estante. Obvio que ni me dijo nada, ni le dijo nada al vendedor. En fin, agarré el libro y lo llevé al mostrador. Creo que la chica de la caja se apiadó de mi media hora al pedo en la librería porque me lo cambió igual aunque habían pasado más de 15 días desde que me lo habían regalado (además yo compraba un libro más caro che).
0 comentarios:
Publicar un comentario