Lake y su bizarre streaming

Jazz and 80's
Debo confesarlo. Soy un chico de los 80. Nací en 1977 y crecí escuchando, en la radio, temas de Madonna, Cindy Lauper y Culture Club (¿se reirían si les digo que a los 6 años flasheaba con el video de "Karma Chameleon" que pasaban bastante seguido en "El show de Michael Jackson" con Domingo Di Núbila?).
Los gloriosos 90 me trajeron a la MTV y "MTV Clásicos" terminó de completar mi conocimiento del pop ochentoso. Así que cuando leí que había un compilado de temas de los 80 en versiones jazz pensé "grosso". Error. El nuevo compilado del sello PMB -el mismo de "Buddha Sounds" y "Bossa and Stones"- es digno de sonar en algún restaurancito pretencioso de Palermo Soho. O peor, en la casa de Andy Kusnetzoff. Es como que le falta onda. Es todo muy light, muy lavado. Creo que no da ni para que suene de fondo mientras uno hace puercadas, porque más que romántico es casi un "turn off". Imagínense el sacrilegio de tener a un clon de Norah Jones cantando "Hungry Like the Wolf".
Creo que sólo zafan un poco la versión de "Like a Virgin", tal vez porque que parece un cover de "Smooth operator" de Sade, que hacen unos tal Cooltrane Quartet; y la de "Boys Don't Cry" -a ritmo de bossa- de Jamie Lancaster, y "Do you really want to hurt me", de Karen Souza. Prefiero la ultrabizarra banda de sonido de "101 first dates", con las versiones reggae de temas darkies ochentosos. Eso sí es un disco de covers.