Bienvenidos al Caribe Entrerriano
El título no es chiste. Leí el otro día en un cartel una frase que invitaba a conocer el "Caribe Entrerriano". Y bueno, si los mexicanos tienen la Riviera Maya...
Estoy en Colón. O Cólon (suena más anglo), la ciudad que, según el cartel de la entrada, es de Boca. La verdad jamás pensé que iba a ir a una playa de río... y menos con islas y vegetación tropical y cosas así.

La Playa
Colón tiene dos zonas principales de Playas, unas al norte y otras al sur (en el medio no hay playa). Las del Sur no están demasiado buenas, mucha piedrita y la arena no es tan linda (intuimos que es la arena natural del lugar). Hay varios paradores y un camping bastante grande. Al final hay un arroyo con un puente y del otro lado hay una lancha que por dos pesos te cruza a una de las islas (sí, 2 pesos!). Aun no fui, así que stay tuned (de todos modos ya me hice el corte de pelo Chopper y me compré ropa camuflada para jugar a Robinson).
Las playas del norte aparentemente son las playas "posta". Tienen más y mejor arena (intuímos que es relleno extraído de algún banco de arena cercano o directamente importado de Uruguay). Y hay más árboles y un par de kioskos y pasa gente vendiendo pan casero y demás. La verdad que meterse a nadar en agua dulce es un placer. Además el paisaje está bárbaro. Relax total.

Las termas
Y bueno, los abuelitos necesitan aguas termales de vez en cuando. Así que allí fuimos con pato y Marteen (nuestro invitado del fin de semana), con miedo de ver sólo gente mayor hecha pelota. Pero no. Nos sorprendió ver todo tipo de gente y un complejo modesto por muy bien mantenido (además, sólo 7 pesos de entrada y 3 de estacionamiento). Morimos con los chorros de agua termal que te caen en el cuerpo (demasiado placer). Y nos noqueó la pileta cubierta de 1,60 m de profundidad. El agua caliente te mata, no podés estar mucho tiempo. Estuvimos casi toda la mañana allá y depués huimos a comer. Es que la comida de Entre Ríos es muuuy buena.

Comida
La comida acá es 5 veces mejor que la de Buenos Aires. Cualquier cosa que compres (carne, yogur, tomates, lechuga) es de mejor calidad porque es más fresca. Y los restaurantes ofrecen cosas buenas a precios razonables. Hasta el momento se lleva las palmas el antipasto del restaurant Campo Adentro: pollo en escabeche, matambre de pollo, matambre de vaca, lengua a la vinagreta, vittel toné, Pescado a la Romana... ¡Un orgasmo!
Despues completamos con dorado a la parrilla (es que nunca puede faltar un poco de brillo) y milanesa de surubí.
Ah, otro lugar elegido es El Sótano de los Quesos, donde comimos una picada con quesos y chacinados varios, acompañados de una cerveza frutal de Santa Clara del Mar muy buena.

Realidad paralela?
A mí siempre me da la sensación de que las provincias son como otros países con su propio universo, sus marcas, su acento. Entre Ríos es como una especie de mix entre Argentina y Uruguay: desde los modales amables de la gente y el acento hasta la pasión obsesiva por la yerba mate. Tienen marcas extrañas: helados "Com Com" (what the fuck?), pan dulce Cibrián (el pan dulce musical?) y rosquillas estrella de no se que, by Guillermo Schanton (si, debe ser pariente de "ese" Schanton). El centro de Cólon es una especie de San Isidro viejo mezclado con Floresta. Y el calor es húmedo como en Buenos Aires pero peor (te asesina el calor). Ah y hay mosquitos a cagarse (ay dije una mala palabra, ahora muchos se van a dar cuenta de que soy humano).
Lo máximo son los carteles locos de los negocios, desde el de venta de pescado, el negocio de ropa que se llama "Re bien" hasta el de la parrilla "El Chorizo Picarón" (sí, no es joda, se llama así).
Otra cosa llamativa es que hay muchos ositos interesantes. Y que la gente tiene cero histeria. Nadie está en pose. No les importa la panza, si son viejos, jóvenes, si la ropa que tienen está de moda o no... la gente disfruta y punto. Y la verdad que es un cambio muy saludable respecto a Buenos Aires.

Bueno, me voy, se me hace tarde y en el cyber suena "Pluma Pluma Gay"...Así que no tengo tiempo de contarles del barrilete "priscilla" de Patricio (remontado desde dentro del agua para llamar más la atención), del vino patero de uva chinche con el que me empedé para deleite de Pato y Marteen, ni de la vieja chusma que dijo que en mar del plata el agua era tan fría que había cubitos, ni de la mal cogida rosarina que dijo que había habido un accidente en la ruta "seguro porque venían unos porteños apurados", del perro tuerto que lo siguió a Patricio 2 km (como casi todos los perros... voy a pedir que lo beatifiquen), ni del helado de higo y nuez. I'll be back! (Soon, I hope).

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