Lake & Papá Oso Travel Journal: La Plata (Parte 2)
Sigue el recuento de nuestras aventuras.

El bosque
Como el domingo fue el día del niño, tanto el Museo de Ciencias Naturales como el Zoo estaban repletos de gente con nenitos rompebolas. Así que decidimos irnos de picnic con Polo Sur y hablar de bueyes perdidos. Estuvo bueno hasta que la temperatura bajó 10 grados en 20 minutos y se levantó un vendaval que nos moríamos.

Pasaje Dardo Rocha
Tras el cambio climático, terminamos visitando el centro cultural Pasaje Dardo Rocha, una vieja estación de tren remodelada que parece más un palacio europeo que otra cosa. Recalamos más tarde en el coqueto Café de las Artes, donde vimos más personajes bizarros.

La República de los Niños
Bueno, este fue un "highlight" del tour por La Plata. Cuando era chico mi bobe me llevaba de vez en cuando a la República de los Niños, por lo que recordaba el lugar con mucho cariño. Y la verdad es que está muy venido abajo pero se mantiene. Es increíble que haya sido construido (por Perón) a fines de los años 40. Y es increíble que, aún sin mucho mantenimiento, los edificios sigan en pie y sigan siendo tan hermosos. Visitamos los edificios principales (legislatura, casa de gobierno, el Taj Mahal que hace la veces de palacio de cultura y museo del muñeco, la sala de justicia, la iglesia y el banco), la estación de tren (no tuvimos paciencia de esperar el tren), el anifteatro, el muelle del lago artificial, el parque de diversiones (que sigue siendo modesto pero bastante digno) y lugares abandonadísimos como el faro y otros castillitos que no sabíamos que era. Papá Oso estaba indignado porque el castillito de la AFIP estaba impecable. Después comimos un par de panchos antes de que se largara a llover.

Comida
Y sí, nos la pasamos comiendo y bebiendo. Empezamos el sábado en Vechia Signora, un lugar de pastas medio caro que no hacían muy buenos platos. Seguimos a la noche tomando algo en Nautilus, un bar decorado con motivos náuticos (re lindo). El domingo fuimos a Munich, un restaurant alemán que fue lo que más nos gustó (comimos milanesa y salchichas alemanas con chucrut y huevos fritos). Esa noche terminamos en una parrillita llamada "La gasolera" y después tomamos algo en un barcito medio conchet donde nos pidieron documentos para dejarnos entrar (nos vieron cara de niños).

Bueno, creo que no me quedó nada por mencionar. Gracias a Polo Tour por hacernos de guía y mostrarnos la ciudad y ser tan buena onda con dos porteños del orto.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

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