Me quedó sin comentar esta película que vimos la semana pasada. Es la última producción de Neil Jordan (“The Crying Game”) y tuvo muy malas críticas cuando se estrenó. Pero la película está buenísima. El filme gira en torno a la vida de Patrick “Kitty” McBraden, un huérfano nacido de la relación prohibida entre una irlandesa y un cura. Cuando la mujer da a luz, abandona el pueblo con destino a Londres y deja al pequeño en la puerta de la Iglesia. Pero el cura (Liam Neeson) se lo entrega en adopción a una señora bastante bruta. Y el nenito crece medio mariconazo. Tanto que cuando llega a la adolescencia comienza a travestirse. Sus mejores amigos son un mogólico, una chica y un futuro terrorista del IRA. Como las cosas en su casa no van nada bien, Patrick (o mejor dicho, Patricia) se va en busca de su madre y encuentra novios sumamente bizarros. Hasta que termina instalado en Londres. Ahí vivirá unas cuantas aventuras que no vale la pena detallar porque es mejor ver la peli. La verdad, Cillian Murphy la rompe como el travesti ingenuo y medio tontín. Y si, la película por momentos es un poco inverosímil, pero es una cinta de ficción y es muy divertida.
Saving the world in style...
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