Lake y su bizarre streaming

Weekend Hell!
¡Qué fin de semana de locos! Finalmente me pude relajar después de un mes de laburo non stop. Y me quedé dormido en todos lados. Veamos...

Viernes
El viernes hubo cena en casa con amigos Morrudosos y mirada de "Patinando por un sueño" incluida. Alto momento cuando el renacido Guido Suller dijo que Marixa Balli le había dicho que ella no era vedette porque "las vedettes son todas putas".

Hair today, gone tomorrow
El sábado fuimos de compras y nos agenciamos cosas para el día de la madre. Papá Oso compró un par de plantas más para su creciente colección de suculentas y cactáceas. Después pasé a buscar a Luke por la peluquería Javerim, en donde ambos nos entregamos a las manos expertas del peluquero Roberto. Esperamos como media hora a que nos cortara, pero valió la pena cuando el peluquero se puso a comentar que uno de los jovatos que estaban en el local era amigo de su proctólogo y que cuando tuvo que ir al especialista a que lo revisen, el amigo se puso a mirar adentro de su trasero "a ver qué problema tenía". No contento con eso, el señor habló de la habilidad de su médico de meter dedos sin que le duela e hizo un chiste que tenía como protagonistas a un paciente enamorado y a una rosa para el proctólogo que le salía del culo. ¡Sin palabras!

Happy Birthday, Mr President...
Y a la noche, celebración de cumple de Papá Oso, con mucho ponche e invitados (aunque unos cuantos estaban de viaje). El alcohol me pegó tanto que terminé desfilando cual secretaria de Sofovich mientras llevaba bandejas de sanguchitos de miga desde la cocina hasta el living. Bochornoso. Después, me quedé dormido en un sillón y ya no me acuerdo mucho. Sólo que Leo me quería despertar a los gritos y que en una de esas me levanté y me fui a la cama y me dormí abrazado a un gorilita de peluche.

Sunday Sunday here again, tidy and tight...
El domingo caminamos un poco por Palermo (yet again) y después fuimos al teatro con Morrudosos y miembros "honoríferos" a ver una obra titulada "Fraternidad", sobre una mina de 50 malísima (interpretada por un travesti que me recordaba a Noemí Alan en sus buenas épocas) y su hermana, una mosquita muerta que al final era más viva de lo que parecía.
Después fuimos a comer a Cervantes, un lugar en el que se come baratísimo y las porciones son siempre demasiado grandes. Ahí me crucé con Mambo y Claudio, que pasaron por la puerta, emocionados de conocer a los Morrudosos.
Y de ahí a The Sub, a una nueva fiesta de osos. La verdad, le teníamos fe, pero casi nos vamos a la mierda cuando, a las 12.30, aún no habían abierto. Después, finalmente, entramos y nos dejamos llevar por una selección de videos de fines de los 80 y principios de los 90 sin desperdicios. Cómo nos rockearon los videos de "Crucified", de Army of Lovers; varios de Black Box, el "People Hold On", de Lisa Stansfield y Coldcut y "Big Fun" de Inner City (una fuertísima inspiración de los geniales DJs Pareja).

Evil Cake!
Pero lo que sin dudas valió los 15 pesos de la entrada a The Sub fue un altercado que protagonizamos con una torta violenta. La susodicha, enanísima ella, primero le volcó parte de su trago a un amigo de Luke. Después lo pisó a Luke. Y por último agarró del pelo a Santi. A lo que Pablo, otro de los amigos de Luke, respondió vaciándole un vaso de cerveza en la cabeza. Fue un momento glorioso, parecía todo finamente orquestado y era digno de la película más descabellada de Almodóvar. Finalmente seguridad se llevó a la pendenciera, que de todos modos volvió para increpar a Papá Oso, que educadamente le pidió que se las tome. Pero la diversión se acabó cuando terminaron los hits noventosos y empezaron con unos remixes impresentables de "Prisionero", de Miranda!, y "De música ligera", de Soda Stereo. ¡De terror! Así que huimos despavoridos.

Lunes
El lunes feriado dormimos hasta más o menos tarde. Después de laburar un poco, almorzamos mirando "A la manera de Sofovich", una especie de reality en el que Gerardo basurea a la gente que labura por él mientras rescata videos de "ShowMatch" de la semana anterior y corta la manzana.
Después fuimos a ver un recital de un amiguito a una plaza de Munro. Casi una experiencia surrealista. Y cuando regresamos a la civilización paramos en un todo por dos pesos chino de Villa Urquiza, en donde compramos chucherías varias, incluido un llavero de bola 8 que la rompe, un mazo de cartas de Yu Gi Oh truchas (pero bien traducidas) y ganchitos para colgar la ropa con smilies en colores fluo. El house está in...