No puedo contar mucho sobre la historia para no arruinarle la sorpresa a los que la quieran ver, pero la premisa es que un alguacil federal tiene que viajar a una isla en la bahía de Boston en la que hay un neuropsiquiátrico -en el que están internados los locos más peligrosos de Estados Unidos- para investigar la desaparición de una paciente. En su pesquisa, el investigador (interpretado por el siempre eficiente Leonardo Di Caprio) se encuentra con algunas oscuras revelaciones, en una trama con varios giros inesperados.
Y la verdad, no nos gustó porque se complica mucho para contar algo que, al menos a nosotros, nos hizo acordar a muchas otras películas de este estilo que se estrenaron en los últimos diez años. Eso sí, está muy bien filmada y muy bien actuada. Pero nos fuimos del cine un poco defraudados. Ojalá que Scorsese repunte para la próxima y vuelva a ponerse al nivel de "Los infiltrados".
0 comentarios:
Publicar un comentario