Asading in the rain
Hoy el plan era hacer un asadito en una de las parrillas de uso pùblico que hay en la zona de Playa Norte. Pero el tiempo estaba feísimo. Que vamos, que no vamos. Al final cargamos todo y fuimos. Y cuando nos disponíamos a encender el fuego (bah, Papá Oso estaba a cargo y ya lo había encendido) se largó a llover. Pero no nos acobardamos y seguimos asadeando bajo la lluvia implacable. Al rato paró. Después se largó de nuevo más fuerte. Pero resistimos y al final salió el sol. Lo que potenció el efecto ebriedad que desató en mí la poderosísima sangría que Papá Oso preparó en un botellón vacío de agua Nestlé. A Papá Oso al menos el agua fría del río lo despejó. Yo no me animé a meterme, estaba muy fría y con el alcohol que tenía encima tuve miedo de hacer la gran Alfonsina.
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