Lake y su bizarre streaming

El Living
La última vez que había ido a El Living el lugar me parecía que estaba en sus últimos estertores. El gaterío decadente se mezclaba con viejos con ganas de ponerla (o que se la pongan) y esa cosa medio sórdida me parecía muy fea.
Así que con poco convencimiento nos dirigimos allí para el cumple de La Tía, una gran amiga. Grande sería nuestra sorpresa al ver cómo había cambiado El Living gracias a las leyes post-Cromañón. Como no tiene habilitación para ser boliche bailable, el negocio tuvo que pasar de ser un pub-disco a ser un restó con videos en pantalla gigante (muy ochentas), menúes para cenar y tragos.
Y la verdad, estuvo más que bien. Por 22 pesos tomamos un aperitivo (había gancia o vino frutado) con unos ingredientes, comimos un plato principal (elegimos el cerdo empanizado con ensalada, muy bien hechos y con porción abundante) y postre (almendrado con salsa de chocolate / frutos del bosque o mousse de chocolate con merengue). Ah, más una bebida.
Y la selección de videos estuvo más que bien: Royksopp, Scissor Sisters, Saint Etienne, Coldplay, Travis... todo Muy ABC1.