Lake y su bizarre streaming

Blogging live and direct from Cólon, ER
No puedo creer que haya pasado 4 días alejado de una computadora. A veces soy tan nerd. Y encima Papá Oso, Big Beer Bob y Luke se complotaron para mantenerme alejado de cualquier cyber. Tampoco es que me volvía loco, pero las cosas para postear se acumulan y uno sufre porque después te olvidás todo y es un garrón. Igual, Oscar Wilde, Trumam Capote y Boogie el Aceitoso me mantuvieron la mente bastante ocupada.

Nunca habíamos venido a Colón en temporada. Hay mucha más gente que en marzo. Pero mucha más gente en Colón siempre es tolerable: nunca hay que hacer cola para nada, en la playa siempre se puede mantener saludable distancia de los vecinos y si vas a comer nunca hay que esperar.

Son las primeras vacaciones que encaramos "en grupo" y la verdad que no me arrepiento para nada. Con los chicos tenemos una química muy buena. Tanto que hasta les hice el desayuno varios días! En fin, no me reconozco. A continuaciòn, algunos highlights de las vacaciones:

La Playa Norte
Colón tiene playa nueva, la Playa Norte. Le pusieron arena linda y un parador. Va menos gente que a las otras playas y está buenísimo. Igual, la gente nos mira mucho. Y es algo que no puedo entender. Nos miran como si fuéramos Ziggy Stardust recién llegados a la tierra. Y ustedes dirán "Y claro, cómo no van a mirar a cuatro putos grandotes". Pero no, o sea, vamos vestidos a la playa como cualquier hijo de vecino, no estamos ni a los abrazos ni a los besos ni vamos mariconeando por el mundo. Y sin embargo nos miran descaradamente! Para mí creen que somos turistas yanquis. O matones. O algo así de insòlito.
BTW: reconozco qu cuando fui a la playa en sunga si llamaba la atención :-)
En la Playa Norte tambièn probamos nuestra colchoneta naranja, con la que jugamos cual niños carenciados a los que les entregan una pelota de fútbol de la obra del Padre Farinello.

El Show del Ángel
Cuando vimos unos carteles que decían que en Colón se iba a presentar "el show de transformismo más impactante del país" supimos que era un acontecimiento que no podíamos perdernos. Así que decidimos ir a ver el famoso "Show del Ángel", una troupe de transformistas de Gualeguaychú bastante famosa en estas tierras. Empezamos a dudar cuando entramos al cine-teatro Chaplín: una sala vieja y un poco venida abajo, calurosa y con algunos grillos. Pero cuando empezó el show se nos fueron los miedos: los chabones la rompen. Hacía mucho no nos cagábamos tanto de risa. Y digamos que el género "show de transformismo" me parece que está un poco gastado, pero estos pibes lo hacen demasiado bien. Hay una seguidilla con temas de Pimpinela que es genial, una con una canción de Gina Marìa Hidalgo que es increíble y el cierre con un viejo loco que se llama Divina Bijoux que manda una serie de chistes anti-iglesia que realmente pensé que podían llegar a correrlo con palos y quemarlo en la plaza pública. Aunque afortunadamente tal cosa no sucediò.

El Carnaval del país
No estaba del todo convencido de ir al Carnaval del Gualeguaychú. Pero Papà Oso estaba tan entusiasmado con la idea que no opuse resistencia. Simplemente dejè que las cosas fluyeran y fluyeron...
Y la verdad que el Carnaval está muy bueno. Cuanta pluma, cuanto brillo! Es como un sueño setentista de Elton John hecho desfile! Llegamos a ver sólo el final de la primera comparsa (Markan o algo asì, no teno a mano mis anotaciones) que tenía de temàtica el futuro, con naves espaciales, aviones y astronautas en sus carrozas y trajes. Después llegó Papelitos, que tenía de temática el posmodernismo (en realidad no entendimos cuál era la temática, porque parecía ser una mezcla de Luis XV con Roma) y para el final quedó Marí Marí, que musicalmente no me gustó tanto como Papelitos pero que conceptualmente estaba más aceitada. El tema de la comparsa eran los indios latinoamericanos y el despliegue de producciòn era supremo. Ademàs los trajes de pájaros y flores del continente la rompìan mal. La carroza del medio, tipo selva amazònica, fue todo.

Bueno, contarìa algunas cosas con más detalles, pero los chicos me esperan para ir a comer. Sòlo me resta agregar la cantidad de especímenes agradables que uno ve en las playas, en las termas y en los lugares de esparcimiento.
Ah, ayer tambièn fuimos a las termas y terminamos todos fulminados por acciòn de los minerales del agua. La verdad, como dirìan las Trillizas de Oro, "estamos como queremos".