La gran noche de los Premios Perfil

¡Ja! El título me quedó re de blog de chimentos cholulo. El martes fui a la entrega de premios de Editorial Perfil. Un servidor estaba nominado por una nota de cosplay que quedó entre las tres mejores del año de una conocida revista teen de la editorial. Todo un honor que no creo merecer y que agradezco infinitamente.
Me tuve que lookear para la ocasión, ya que era en el Sheratón y después de la premiación había un cóctel. Así que siguiendo los consejos de @antowedding me fui elegante. Había comprado un pantalón de vestir azul marino y una camisa celeste, que completé con un saco azul (retro) y una corbata de seda italiana con ositos de peluche que fue muy elogiada.
La ceremonia en sí fue bastante emocionante y un poco quemante. Con el correr de las actegorías ya no entendía qué estaban premiando ni quien ganaba ni nada. Pero finalmente no gané. Quedará como desafío para el año próximo. De todos modos el cierre de la ceremonia rockeó con la llegada de la mismísima Nacha Guevara, vestida cual colegiala de internado francés de los años 30 (boina violeta, blusa y pollerita incluidas). No puedo creer que tenga 65 años la mina, está demasiado bien y no parece ni operada ni botoxeada. Verla me subió el astral mal.

Después vino el cóctel, que fue el mejor premio que podía haber tenido. O sea, estoy acostumbradísimo a ir a eventos con famoso y la verdad me dan todos igual, no hay nadie que realmente me emocione ver de cerca. Pero creo que la conjunción de figuras bizarras y el hecho de que no estaba en plan de ir a trabajar jugaron a favor de que la fiesta fuera muy todo.
Primero: tuve que hacer de guardaespaldas de Caro Ibarra (ex Disney Channel) porque fue de invitada de la famosa revista teen y no conocía a nadie (y yo tampoco, bah, salvo al comentador Colega) y acepté acompañarla a pedido de mi editora.

Segundo: ¡qué incesante desfile de luminarias! Desde Iliana Calabró, Mike Amigorena, Claribel Medina y Charly Alberti a Cormillot, Telerman, De Narváez, Aníbal Ibarra y Blumberg. Me daba vuelta para un lado y tenía al hijo de Tusam, me daba vuelta para el otro y estaba Patricia Bullrich.
En el medio, aproveché un catering buenísimo del Sheraton, con lomo strogonoff o algo así, guarnición de tomates cherry y croquetitas de papa y salad bar de antología.
Pero lo que más me shockeó fue quedar a menos de un metro de Jesica Cirio, Karina Jelinek y Rocío Marengo. ¡Alto triángulo de las bermudas! Fue lo más cerca que estuve de bailar por un sueño en mi vida. Y de cerca, Natalia Fassi no me pareció nada linda. Ah, me presentaron a Agustín Almeyda y a Luz Cipriota. Y saludé a Nara Ferragut sin saber quien era. ¡Clueless total!