Lily Allen rocks!

Anoche fuimos con Capitán Intriga a ver a Lily Allen al Luna Park. La verdad, tenía muchas ganas de verla en vivo nuevamente porque su segundo disco, "It's Not Me, It's You" me encanta. Y no me defraudó. Esta ves el Luna Park estaba armado con campo y pullman (sin plateas laterales) y no estaba totalmente lleno. Pero Lily salió a rockear con todo su entusiasmo. Ya desde el vestuario se notaba que no era la misma Lily de la otra vez. Más cuidada, salió con una malla enteriza negra con cinturón de cuero al tono, un chalequito de tul y lentejuelas, el pelo recogido y los ojos maquillados con la banera argentina (aunque para descubrir eso tuve que esperar a ver las fotos porque no hubo pantallas laterales que amplificaran lo que pasaba en el escenario).
La primera parte del show estuvo buena, pero no me convenció del todo. Es que sacando el inicio electrificado con "Everyone's at it", la traslación de muchos de las baladas y los temas temas "mid-tempo" a un formato más rockero (como en "22", "Never Gonna Happen" y "God") no me gustó demasiado. Sí me gustó el intermedio acústico con "He Wasn't There" y "Littlest Thing". Y creo que repuntó muchísimo el espectáculo con el tramo final, en el que las versiones de temas como "Smile", "The Fear" y el cover de "Womanizer", de Britney Spears, sonaron mucho más logradas. Igual, más allá de eso, Lily estuvo muy suelta en todo momento, bailando y saltando y fumando y chupando (no tiene límites, según Intriaga).
Para los bises quedaron los dos mejores temas del nuevo disco: "Fuck You" y "It's Not Fair", con todo el público bailando, salvo en el sector jubilados en el que me encontraba. Allen prometió volver en un par de años. Y esperamos que cumpla porque nos encanta.

Fotos by Papá Oso