On the verge of a nervous breakdown
No sé qué mierda le pasa a la gente con la que tengo la desgracia de laburar como entertainment journalist. Entre que estoy sobreexigido porque mi socia está de viaje y desde hace dos semanas no para de haber cosas grossas para cubrir, el 90 por ciento de los PR con los que tengo que trabajar necesitan que les mandes al menos tres mails (uno de ellos con copia a su jefe) para que se dignen a contestar. Al parecer, hay una epidemia de problemas con el servidor de mails o lo que sea. O sea ¿Cuántas veces hay que reclamar una foto de un artista que una compañía está promocionando o de una obra de teatro que está por estrenarse?
Y no sé cómo no se les cae la cara cuando dicen "no tengo foto" y en realidad deberían decir "no me mandaron pero como soy pajero no quiero mover el culo".
Encima tuve la mala suerte de que varios mails pesados de un par de personas me llegaron no menos de seis veces cada uno. ¡Esto es un castigo por algún pecado que cometí!
Bueh, obvio que siguen las notas pautadas a último momento y los que te dejan plantados con cosas que ni siquiera querías hacer. Pero también abundan los que ofrecen nota y después nunca te responden cuándo lo tenés que hacer. En fin...

1 comentarios:

Tomás B. dijo...

Conseguite un empleado eficiente y ya