Olaen, el Pinto y más allá
La Cascada de Olaen
Después de un par de lomitos en El Argentino partimos en el space shuttle de Los Abrojos hacia la cascada de Olaen. Acompañados de otros pasajeros del hotel fuimos rumbo al Dique de La Falda y tomamos el camino hacia La Candelaria (The Chandelier). Así llegamos a las pampas de Olaen (a unos 1500 m de altura) una pampa de altura de singular belleza (es como Rohan, el paìs de los caballos de LOTR, pero sin tantos caballos jejeje) de unas 50 mil ha.
A 16 km de La Falda aparece (de la nada y en el medio de la nada) la famosa Cascada de Olaen. Es un curso de agua que encuentra una falla en el medio de la montaña, que produce tres saltos de agua espectaculares (el más alto de unos 20 m y el màs chico de unos 5) y un par de ollas increìbles (es como el Pozo Prohibido donde se baña Gollum en LOTR2 pero mucho màs lindo). Y obviamente se puede nadar ahì (el agua viene iodada porque tambièn baja del macizo Los Gigantes). También podés tirarte desde el último salto de agua (5 m) hacia la olla que se forma debajo (5 m de profundidad). Cosa que hice, no sin dificultad (me daba miedo tirarme a la ollita previa al "clavado", pero una vez ahì me tirè sin problemas). Es una sensación rara... un segundo estàs sentadito en la piedra... y al segundo siguiente estás en medio de la oscuridad del agua (porque caes hasta muy abajo). Hàganlo, està bueno. Aparte, Olaen es uno de los lugares màs lindos que vi en mi vida... no se puede creer que un atractivo asì sea tan poco conocido.
Rìo Pinto
Al rato partimos para el Rio Pinto, donde paramos a "merendar". Cruzamos el Rìo por la parte playa (donde habìa un antiguo camino) y nos sentamos a preparar la "sorpresita". Pato peló queso, salame, mortadela y pan... pero el toque final lo dio la piña colada servida en vasitos descartables tipo trago largo y decorados con pajitas "tropicales" con adornos de frutas hechos en papel... obvio que se convirtió en el centro de atención de la tarde ;-)
Copa va, copa viene, admiramos el paisaje y disfrutamos la tranquilidad del lugar y partimos de vuelta a Los Abrojos. En el camino vimos muuuchos pàjaros autòctonos bastante impresionante (jotes de cabeza roja, aguiluchos langosteros, chimangos, monjitas blancas, etc).
Los Fideos de Luis
En la hosterìa nos esperaban los maravillosos fideos caseros de albahaca de Luis (uno de los dueños de Los Abrojos), que fueron comidos con gran apetito por todos... realmente no me importò mandarme dos platos al hilo (jejeje), aunque ya haya recuperado el kilaje perdido...
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