Velada nochera
Al final fuimos a ver a Los Nocheros a Ferro a la despedida del mofletudo gil que se cree lindo y se va a hacer carrera solista. Nunca va a dejar de sorprenderme en esos recitales el espectáculo decadente que da el público. Además de que las minas gritan toda clase de groserías (porque aunque no parezca factible, de hecho se excitan con los músicos salteños)...¡Algunas hasta lloran!
Papá Oso salió impresionado con la cantidad de taradas (e incluso tarados) lagrimeando con los temas del repertorio nochero. Ni hablar del bloque "hot" con toda la sutileza de letras que dicen "voy a emborracharte de pasión", "casi puedo tocarte como una fruta madura" o "voy a morder el anzuelo, pues quiero lo que imaginas". Lo que motivó charlas de lo más tarantinescas entre nosotros.
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