Happy New Year!
Después de un par de días de celebraciones (una con bloggers famosos que organizan reuniones "osiles" y otra en casa de los adorables mamá Ritis y Ale para recibir a Kill Mil) y un finde medio de bajón (con un sábado "In house" y sin amigos jaja) nos aprestamos a despedir el 2006 con una super fiesta. La cita era en la casa de Eduardo, amigo de Jose que abrió su corazón y su hogar para que pasáramos las últimas horas del año viejo y las primeras del 2007.
La reunión se realizó en una terraza de la zona de Parque Centenario. El paisaje era de un
videogame de arcade de los 80, con edificios muy parejos y un cartel enorme blanco de "Black
Safiro" (nunca entendí el nombre de ese celular porque los zafiros son azules, podría ser "zafiro
negro" o "black sapphire", pero esa mezcla me parece una burrada spanglish). Del otro lado había un edificio enorme que a mí me daba la impresión de no respetar ninguna perspectiva y de haber salido de un cuadro de la revolución industrial (mucho gris y mucha chimeneita arriba). Pero claro, sólo se lo dije a Bob porque mi comentario del "background de arcade" fue calificado de
"muy quemado" por un famoso blogger que después confesó estar muy ebrio con apenas una décima de lo que yo había tomado (lo que no habla muy bien de él).
La consigna de la noche era llevar cada uno algo de comer. Pero no desgusté demasiados platos porque el calor jugó en contra. Me enamoré del arroz oriental de Luke (qué bien cocina ese pibe)
y, como el año anterior, del arroz con almendras y pasas de Nelly Frutado. Y el guacamole de Bob la rompió. No llegué a probar el peceto de Marteen (no pun intended), ni el vitel thoné del dueño
de casa, pero creo que fue más que nada porque el segmento cena se diluyó demasiado rápido cuando se armó el trencito de la cumbia. Igual ataqué los postres (algo no muy habitual en mí). Aunque el dulce de leche no es un ingrediente de mi devoción, la mousse de Jose fue vedette de la noche. Lo mismo que el almendrado de Scanappieco (gentileza de Agus) y el flan casero de Herno.También sufrimos los embates del desabastecimiento (no había hielo en ningún lado y estaba toda la bebida bastante hot). Pero después llegaron unas bolsas de hielo salvadoras.
Hablando de Marteen: chicas aprovechen que a nuestro boxindanga entrerriano favorito el
entrenamiento deportivo cada vez le sienta mejor. Además, sumó puntos con una chomba muy top. Yo caí muy Alan Faena con bermudas color crudo y camisa blanca de mangas cortas con rombitos naranjas. Y estuve muy cerca de imitar a Jose y quedarme en cueros, pero como nadie más lo hizo, apenas atiné a desabrochármela. Bian ahí también para Capitán Intriga y sus acostumbradas remeras de diseño. Y entre las chicas se sacaron chispas Agus (vestido tipo Marilyn color rojo, por recomendación de su hechicera de confianza) y Nelly (vestido rayado con un escote en la espalda, gentileza de su señor novio).
En cuanto a la selección musica, hubo mash ups de hip hop y cumbia (cómo me rockea el de "La
abuela Salomé" que hizo mi amigo Zurita!), rap brazuca muy quemado y cumbia retro naif, con temas como "Que quedé a dormir afuera", "El caballito" y "Cómo baila la nonna". Luke la rompió con sus pasitos de Terremoto Bailable. Y Nelly y Jose con "El meneaito".
Al momento del baile hubo varios tragos que la rompieron mal. El melonazo de Nelly fue glorioso
(un melón ahuecado al que se le pone vino tinto o champagne). Igual que el balde de fernet del
dueño de casa. El ritual de pasarse ese balde y esos melones fue, sin dudas, algo mágico. Y
"after dessert", el daiquiri de durazno Jose fue salvador. Ahora me doy cuenta de que tal vez me
haya gustado tanto porque al no haber mucho hielo el trago salía fresquito y sin ese granizado
que me resulta tan molesto de tomar (y se sentían los pedacitos de durazno que no estaban
licuados al 100% y eso le daba un plus de textura muy agradable).
Después del brindis sucedió algo que sólo puedo calificar como "un momento místico". En una
terraza vecina salieron unas monjas a ver los fuegos artificiales. Y como nos pusimos a mirarlas
nos saludaron con los brazos en alto. Eso fue TODO.
Cuando el alcohol hacía estragos, se sucedieron toda clase de diálogos gloriosos, muchos de los cuales no recuerdo. ¡Cuánto putié no haber llevado anotador! Ejemplos:
-Hijo de puta ¿vos le pones perfume a la ropa?
-No, es suavizante
-Yo soy hijo de vientre judío
-Pero vos tenes prepucio, no?
Sin palabras.
Y bueno, en un punto hay que decirlo. A mí me faltó Papá Oso. Me gustó hacer frente a un desafío como la cena de año nuevo sin Patricio. O sea, la tuve que remar porque él es el organizado, él
es el que se pone las pilas con las cosas, él es el que cocina rico y que nos lleva de acá para
allá. Pero pude probarme a mí mismo que puedo solo. Sin embargo, me faltaba él, hablando con la gente, haciéndose querer, deslumbrando con su mousse de atún, riéndose conmigo, haciéndome algún mimo tierno y cómplice. Pero bueno, fue una experiencia y como tal estuvo muy bien.
Después, decidimos partir con Rob y Lucas rumbo al Planetario. Pero había que hacer escala en la Maison Lake para dejar los "tupperwares" y otras cosas (bah, yo tenía que dejar un tupperware
proque los otros dos se perdieron en medio del caos). Caminamos medio volados desde el Parque Centenario a casa, lo que me dio la oportunidad de fumar un puro de los que Papá Oso no se llevó a Francia, y una vez en casa nos apoltronamos en sillones y reposeras a recuperar el aliento. Lentamente el plan de salir otra vez quedó en la nada (Marteen iba a venir y al final se quedó durmiendo) y muy relajados (con Sigur Ros de soundtrack) nos dedicamos a ver el amanecer del primer día del año. Después, los chicos se fueron -aunque finalmente terminaron en el Planetario- y yo me fui a tomar un merecido descanso.
6 comentarios:
¡Qué excelente review!
Y yo que apostaba que hoy no ibas a levantarte luego de ver tu estado anoche.
Con respecto a mi poca resistencia alcohólica, sólo puedo decir que conozco mis límites. Y que tengo el hígado de un chico de 13 años.
Excelente festejo. La pasé muy muy muy bien. Me sigo riendo de ese trencito y de haber gritado muchas veces '¿a dónde para? ¿A dónde para?'
Qué bien me vino esa cosita que me dio ud para prevenir el resacazo.
Gran review Lake. ¡Y gran noche!
Sinceramente, no entiendo en qué estado pensaron que estaba. Creo que tuve dos o tres momentos de "locura" alcohólica, pero después bajé lentamente (nunca abandoné la coca cola, casi nunca lo hago, eso hace que mi poca tolerancia al alcohol sea un poco mayor de lo que realmente es). Evidentemente nunca me vieron en pedo (cosa que J&J y Luke & Rob sí lo hicieron jejeje, si estos chicos hablan me carbonixan).
en el momento que "no habia hielo" surgió la frase "esto con pato no pasaba!". y faltó su risa kilométrica, que compite palmo a palmo con la mia!
vamos con el 2007, lake!
y que zurita se ponga las pilas y haga más mashups cumbieros ;)
Excelente tu crónica, Lake. No quería dejar de agradecer el comentario del flan (había mucho amor en él) y aclarar que fue hecho en colaboración con Deby. Saluti.
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