Lake y su bizarre streaming

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Mi fin de semana no concluyó en piercing y home videos. El domingo fui a almorzar con mi madre, mi hermano y mi cuñada y después de comer, con Ale y Goo fuimos al encuentro de Bob y Luke en el Parque Rivadavia. Gasté mucha plata, pero compré muchas cosas grossas: "Ultimate Avengers 2" en DVD (pirateado, obvio, a 10 pesitos), "Babel", "Rocky Balboa" y "Blood Diamond" en VCD, dos revistas gente incunables que van a subir el rating minuto minuto a lo loco cuando las escanée, "Aguafuertes porteñas" de Arlt, dos comics de "Crisis en las tierras infinitas", unas postales de Keith Haring...

Y antes del regreso de Papá Oso disfruté de mis últimas horas de libertad en una fiesta con mucho alcohol y diversión. Con Bob, Luke, J&J y Sebi fuimos a AG2, que se hizo en Glam. También cayeron Ariel y Rafa. El trago Matador (que elegí un poco azarozamente y que les hice tomar también a J&J) nos fulminó. El tequila con ananá y limón nos pegó muy bien. Y después -mientras la música dance nos taladraba el cuerpo y la pantalla gigante pasaba una porno muy grossa- llegaron los "power jelly bears", unos potecitos con gelatina hecha con vodka. Después de comer muchas, puedo decir que toqué el cielo con las manos.

Pero hay más, el vecino oso musculoso al que vemos siempre matándose en el gym terminó confesandole a uno de los J que tenía onda con Papá Oso. Y, tras una breve presentación, terminamos hablando en sitaución bastante ... "mimosa" (el me hablaba muy cerca con su brazo musculoso alrededor de mi hombro) de... ¡En qué edificio vivía cada uno!. Fue una conversación cero sexual pero las intenciones se palpitaban en el aire (igual que la borrachera de mi vecino musclebear y mi imposibilidad de hilvanar un diálogo coherente por culpa de la gelatina alcoholizada). Bueno después quedamos en nada y seguimos bailando cada uno con su grupo de amigos. Y con cagada a pedos de uno de los J incluida ("Lake, paremos con la inocencia, ya tenes 30 años", me dijo indignado y con una cierta bronca que no creía posible en él). Después, a casa a cenar solito, por última vez. Esta vez aprendí del mal trago del guiso listo y me hice unos capeletinis con salsa de verduras salteadas y queso derretido.