Lake y su bizarre streaming

Fotologs: Love Story
Hace un tiempo tengo ganas de escribir algo sobre Fotologs. Y nunca tengo tiempo (además que me da paja). Pero bueno, acá voy (y con un poco de ayuda externa).

A mí me fascina la forma en la que la lógica del reality show se cuela en la vida de cualquier hijo de vecino gracias a la tecnología. Esa cosa de exhibicionismo que tiene la gran mayoría de los que "fotologuea" y el voyeurismo de los que pasan y dejan comments.
Como a muchos, también me rompen las bolas el "fotolog slang" donde todos se dejan comentarios onomatopéyicos que no se entienden (o sí se entienden, lo que no sé entiende es para qué los dejan). Aunque en el intento colectivo de fotolog que tengo con los MorrudoSos no nos fue nada mal y, la verdad, disfruto de nuestro flog.

Pero a lo que voy es a esto. Primero, una reflexión que salió en Noticias en la nota sobre Jorge Rial y su participación en "Gran Hermano".

Él y sus productos encarnan como nadie el paradigma de la honestidad brutal,
aunque sea editada. No le busca una lectura a lo que hace o representa. Pero es
un exponente vernáculo de esta época de transparencia absoluta. Los diarios
íntimos dejaron de ser cuadernos prolijamente escritos para convertirse en blogs
que todo el mundo puede ver. Millones de personas cuelgan sus videos caseros en
sitios como el popular You Tube. La industria del chisme -con sus revistas
"gossip" y sus programas- no para de crecer. Y los reality shows son parte de
ese fenómeno: nadie se resiste a meterse en la intimidad del otro.

Citar este texto era más fácil que buscarle la vuelta a esto que quería decir. Pero acá viene lo más jugoso. Desde hace algunas semanas venimos siguiendo los pormenores de una historia de amor al más puro estilo Pimpinela (o Miranda!). Arieloso (alias el Rey Oso del año 2005) y ElTímido decidieron por alguna misteriosa razón mostrar su incipiente amor. Amor que a los pocos días encontró sus primeras peleas mediatizadas en la web. Y su reconciliación. Y su actual -y aparente- ruptura definitiva.
Lo mejor de todo es que además de las fotos y los epígrafes, los dos protagonistas se comentan mutuamente, generando un -en apariencia- involuntario reality show en el que, como buen reality que se precie, el "público" participa, ya sea bardeando, tirándole onda a alguno de los dos protagonistas o tratando de aportar su granito de arena a la reconciliación. La gran Marta Minujín dice "yo salgo a la calle y veo arte por todos lados". Yo entro en la flogósfera y me pasa lo mismo.