El domingo fuimos a ver "Hedwig and the Angry Inch", la versión local del musical Off Broadway de John Cameron Mitchell y Stephen Trask. Le teníamos fe, pero también un poco de miedo. Primero porque nos encanta la película. Segundo porque ¿podría Tripa, un ex Mambrú, hacer bien el personaje central? Y la respuesta es... ¡sí! Aunque hay varias críticas para hacerle.
Para los que no saben de qué va Hedwig, les cuento que es la historia de un joven alemán que escapa de Alemania Oriental de la mano de su esposo, un militar yanqui, después de una operación de cambio de sexo que sale mal. Un año después, su marido la abandona y, encima, se cae el Muro de Berlín. Hedwig comienza a dedicarse a la música y se enamora de un adolescente, Tommy Speck, quien finalmente la deja, le roba sus canciones y se hace mundialmente famoso. Así que el musical gira en torno a Hedwig contando su historia -a través de monólogos y canciones- en un pequeño tugurio cerca de un megaestadio donde Tommy canta las canciones que son de ella.
La puesta en escena de la obra es como un concierto de rock, con una banda que suena increíble (dirigida por Gabriel Goldman). Florencia Otero es Yitzhak, el novio rockero de Hedwig, un judío escapado de Europa del Este que sueña con volver a ser una drag queen. Y la minita está irreconocible. Pero el que sorprende es Tripa. La verdad, Hedwig es un personaje muy exigente. El tipo tiene que cantar, actuar y saltar como diosa punk, con unos tacos enormes. Y lo hace todo bastante bien. Creo que mejoró muchísimo desde "Rent", canta bárbaro y en la actuación no está nada mal. Pero aunque le pone mucha actitud, por momentos le falta ser un poco más puta. Creo que ahí falló la dirección de Martín Alomar y Angeles Portineu y el coaching actoral de Mosquito Sancinetto. Hay que decirle a Tripa que sea más travesti, más alocada, más Hedwig. Si logra mejorar eso, el pibe va a ser una Hedwig de antología. Aunque aún con esos detallecitos, el chabón la rompe mal.
Ah, me preguntaron por las traducciones de los temas... Están bastante bien, respetan el espíritu. Aunque algunas tiene cosas que me sonaron raras. Desventajas de tener el disco de la banda de sonido de la peli desde hace años.
Ahora sí, lo que no está bueno es The Roxy Live. El lugar todo bien, pero el servicio es malo. Como es con mesas y sillas, podés pedir algo de tomar. Pero tardan mil horas, se confunden en lo que te traen, te cobran cualquiera... Y me parece que había que invertir más en mesas y sillas. A nosotros nos tocó una a la que le faltaba un regatón en una de las patas. Y cuando te apoyabas era un terremoto grado 5 en la escala de Richter. Y mi silla tenía una parte del asiento medio hundida. Así no va.
1 comentarios:
hoy vamos con josecito a ver eso. Me dan ganas, adoro la peli!
salu2
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