Calamuchita bajo la lluvia

Se llovió todo pero nada nos detuvo. Recorrimos la parte sur del valle. No fue tan lindo como el viaje hasta La Cumbrecita pero estuvo bien.

El Embalse
Bajamos por la ruta 5 hasta el Embalse, un espejo de agua enorme,alimentados por cinco ríos que bajan de las sierras, que se encuentra en la punta sur del valle de Calamuchita. Paramos en el dique (que si no me equivoco tiene una central hidroeléctrica)y fuimos al mirador, a pesar de la lluvia. Creo que debe ser un poco menor que el Lago San Roque de Villa Carlos Paz, pero tiene como unos islotes en el medio que le dan un aspecto muy imponente. Hay puestos de chucherías, pero más baratos que en el Dique Los Molinos. Imperdibles los pastelitos que vende un señor en el mini estacionamiento.




Unidad Turística de Embalse
Fue un megaflash. Porque había ido cuando era chiquito, con una colonia de vacaciones de la utpba. Sería en 1985/6 más o menos. Y el flash fue pasar por la ruta y reconocer el mirador del complejo al otro lado del embalse. Y también fue un flash volver y reconocer algunas características del lugar. Estoy hablando de la Unidad Turística Embalse, emblema del turismo social en Argentina y parte de la historia del peronismo.
No soy peronista ni mucho menos, pero me pasa lo mismo que me pasó cuando fui a la República de los Niños hace un par de años. No puedo creer que 60 años después de haber sido construidos, esos complejos sigan en pie y estén funcionando (a pesar de haber quedado en el olvido de muchos gobiernos que no pusieron un solo peso encima para mejorar o mantener las instalaciones). Quise buscar un poco la historia del lugar pero en la net encontré apenas datos sueltos. Que lo diseñó el ministro Pistarini (cuyo diseño también fue implementado en el complejo de Chapadmalal), que se inauguró en 1952 y que formaba parte de la órbita de la Fundación Eva Perón.
Más allá de los datos, es un complejo de siete hoteles (los cuales estuvieron muy descuidados, sobre todo en los 90, pero de los cuales seis están funcionando a pleno en este momento), un polideportivo gigantesco, unas piletas enormes, con centro médico y comisaría incluidos. Una obra realmente imponente. Y un hermoso ejemplo de "aquitectura peronista", con mucha piedra, madera, parques enormes... un poco como un regimiento militar dedicado al turismo. Fue un paseo más que interesante.




La ciudad de Embalse
Paseamos un poco por el centro de Embalse, pero mucho no hay. Apenas unos bares, pizzería y negocios de productos regionales. Igual, compramos un par de boludeces.

Santa Rosa de Calamuchita
¡Cuánta gente hay en ese lugar! Es la ciudad más densamente poblada del valle de Calamuchita y tiene una afluencia de turismo muy importante. Y menos top que Villa General Belgrano, hehe. Pero tiene un centro suuuper grande, con muchísimos negocios. Recorrimos un poco y compramos alfajores en Barrilín, un lugar en el que también venden chocolates en forma de autitos, Hello Kittys, herramientas, lápices de colores y demás. Nos compramos una caja de alfajores de fruta, que los dos somos fans de ese gusto tan injustamente despreciado por muchos. Prometimos volver a bañarnos el el río, que se veía muy lindo, y a visitar las construcciones históricas (el pueblo tiene más de 400 años de antigüedad).



Goulash con Spatze
A la noche, después de tanta caminata bajo la lluvia, nos fuimos a Bierkeller a comer Goulash con Spatze, un plato típico de la cocina centroeuropea. Es como un guisito de carne y salsa (la páprika es el condimento principal) con unos ñoquicitos muy suaves y livianos. ¡Qué rico! No soy un experto, pero fue el mejor goulash que comí en mi vida. Papá Oso acompañó con una botellita de Bianchi borgoña de 3/8 y yo una Mak Bier roja de medio litro que me dejó embriagadísimo. De postre, strudel de manzana con crema y dos cafés con crema. Gastamos $107. Bastante bien para una comida alemana en una casita reeee de los alpes.

Después, caminata por el centro bajo la llovizna, disfrutando un Romeo y Julieta junto a Papá Oso. A pesar del frío, había que bajar la comida y ayudar al cuerpo a procesar el alcohol de la cerveza.



Este post va dedicado a nuestro amigo Juan Agustín, un verdadero puto peronista.


7 comentarios:

Protervo dijo...

alto buzo, pegaste.

Lake dijo...

Ese no soy yo, es Papá Oso.

perez dijo...

Yo también fui en el '86! Vacaciones de invierno, para más datos.

Anónimo dijo...

Durante toda mi infancia pasé mis vacaciones de invierno en sindicales hoteles de Córdoba.

Tenés razón en una cosa: es incrible que esos inventos del General que tienen como 5 décadas estén en pie. Lo mismo que Cafiero.

En fin. Chá gracia por la dedicatoria.

¡Perón live!

Laurinha dijo...

Que recuerdos!! yo iba todos (TODOS) los inviernos a la unidad turística y todos (TODOS) los veranos a la de Chapadmalal. Mi abuela sería gorila pero tenía un negocio en uno de los hoteles que tenía galería comercial y se cargaba los cuatro nietos mas algun amiguito o amiguita para llevarnos de vacaciones.

Y el goulash... bueno, el goulash es de las mejores cosas que nos ha dado Europa Oriental (junto a los chicos lindos, claro)

Marie dijo...

yo fui de viaje de egresados de 7mo a Embalse... me hiciste pegar tremendo flashback, gracias!

mauricio dijo...

hola soy mauricio coinsido con tu comentario