Feliz año nuevo
¡Qué fin de año! Party On todo el tiempo. El jueves nos juntamos con Petit Voleur, Capitán Intriga, J&J y Marteen y fuimos al Club Eros a comer milanesas. Postre: Scanapiecco (muy grossa la crema de banana). After Hours: Sidra y música de Coiffeur en casa.
Viernes: Día muy lazy en la oficina, nota con Nerd Kids (a Mr Mon le gustó la entrevista) y escritura de huevadas varias. Por la noche fuimos a la inauguración de la casa de un amigo de Papá Oso en San Telmo. Todo muy in. Un catering de aquellos. Una terraza increíble. A Papá Oso la gente lo salubada como si fuera el Sai Baba. ¡Hasta venían a felicitar a mi suegra!
El sábado a la mañana hicimos compras (slips rojos para estrenar en Nochevieja y zapatillas de oferta). Después al Coto y de ahí a cocinar. Papá Oso hizo vithel toné y mousse de pescado. Yo, ensalada nicoise. Después siesta y de ahí a la cena en la casa de Matías. Muchos amigos, buena comida (cada uno llevó algo) y mucho champagne. Mortal el cerdo de Matías y la ensalada de arroz, almendras, pasas de uva y cebolla de Flor, la novia de Jose. Pero el furor lo hizo la mousse de atún, que hasta motivó un cambio de letra en "Azul" de Cristian Castro. El hit de la terraza palermitana fue "Crazy frog", con su pegadizo "bing, bing, bing". Después, cumbia, pero como no soy afecto a esos ritmos me senté en un comodísimo sillón y gracias a mi enorme tolerancia etílica me quedé dormidísimo. A eso de las tres y media dejamos la fiesta con rumbo a casa. La idea era ir Amérika con un amigo que nunca llamó, así que seguimos de largo.
Críptico: La palabra del fin de semana fue "pékale". (Críptico es propiedad de Son Cosas Mías).
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