Los niños ricos que tienen melancolía

Estaba un poco cansado y con un humor de perros. Y creo que me hubiera quedado en mi casa boludeando. Pero no podía, había quedado en ir a cubrir el recital de Keane. Y aunque no son mi banda de cabecera, les tengo que dar crédito: en un par de temas me cambiaron el humor y me hicieron cantar y bailar con ellos.
Vamos por parte: Conocí a Keane en 2002 gracias a mi amigo Chris. Me conquistó "Bedshaped", pero pronto se me pegaron "Everybody's Changing", "Somewhere Only We Know" y otros hits de su debut, "Hopes and Fears". Me gustaron más que Coldplay, a pesar de ser una copia aligerada de ellos, que a su vez eran la copia aligerada de Radiohead. "Under the Iron Sea", su segundo disco, me pareció que estaba bien, pero lo escuché un par de veces y lo dejé ahí. Los había visto en vivo en River en el Quilmes Rock hace dos años... un show para chicos ABC1 y viejitos piolas que escuchan Aspen.
Pero el show del Club Ciudad fue distinto. La banda tenía una energía mucho más ariba, tal vez porque "Perfect Symmetry", el nuevo álbum, es más pop y más ochentoso y menos "quejica". Y me gusta mucho, a pesar de los choreos a Bowie y Gary Numan. Tom Chapin estaba muy en contacto con el público, aunque no entendió cuando le cantaron el "Feliz cumpleaños", y el resto acompañó muy bien. Me gustaron mucho varios temas del disco nuevo (como "Again & Again", "You Haven't Told Me Anything" y "Spiralling"), que tuvieron proyecciones en video inspirados por la estética de los videogames de los 80 y las computadoras de la época. Y los hits viejos la rompen.
De todos modos, el set casi desenchufado (piano eléctrico, voz y percusión) restó puntos a un clima que venía muy arriba. Y el cover de "Under Pressure" a la hora de los bises... ¿A quién se le ocurrió? No le encontré el sentido a esa versión.
Otra cosa: hubo mucho quilombo para entrar al campo general y la banda salió a tocar cuando muchísima gente todavía estaba haciendo cola. Y lo de hacer un campo VIP que ocupa la mitad del campo es la estafa más grande que vi en mi vida. Campo VIP era el de Madonna, una franjita al lado del escenario de no más del 15 por ciento del espacio total del campo. Vender campo y que te den de la torre de sonido para atrás me parece una tomada de pelo.