Another Week in Hell Part II

Canal 7 Reload
Otra brillante idea fue ir a cubrir el lanzamiento de la nueva programación de Canal 7. Digo brillante porque jamás pensé que en lugar de ir a un evento de un canal iba a ir a un acto político. Cuando llegué al 7 la confusión fue total: había tanta gente caminando de un lado al otro que parecía una obra de La Fura Dels Baus. ¡Y nadie conocido! Poco a poco fui localizando colegas de otros medios, con quienes descubrimos que nos habían invitado nada menos que a un acto kirchnerista con Alberto Fernández incluido. La "red carpet" de Canal 7 (es un decir porque no había alfombra) era todo: La Tota Santillán, María Eugenia Molinari, Osvaldo Príncipi, Lía Salgado, Jorge Lafauci, el Negro Blanc... El "acto" empezó una hora tarde. Y consistió en un discurso de Lufrano y otro interminable del interventor del Sistema Nacional de Medios Público. Y después... una impro del grupo Los Improvisados, que hicieron una obrita en base a una frase que tiró alguien del público. Me vi tentado de ir a decir que improvisen la frase "Marcela Pacheco se quedó sin pantalla", pero estaba muy lejos. Además supuse que Lufrano podría mandar a los de seguridad a que me ahoguen en el lago artificial del canal. By the way: un canal tan cuestionado como el 7... ¿puede permitirse el lujo de animar un lanzamiento de programación con una improvisación? ¿No es un mensaje confuso? Después de una hora de discursos huimos despavoridos. Igual no estaba de tan mal humor. Canal 7 es un canal que me encanta visitar. El 13, América y Telefe no me producen nada. El 9 me da un poco de miedito, es como entrar en el Pentágono. Pero el 7 me parece un canal mágico. Debe ser por esa arquitectura super moderna. Y porque cuando era chico fui ahí a ver muchos programas. A veces creo que deberían hacer un Canal 7 Hall of Fame, con el robot Tuerquita y el perrito Alfonso de Telejuegos, la redacción de Mesa de Noticias, el árbol del mono Darwin (q.e.p.d.) y el vestuario de Patsy. Pero nadie se acuerda de las épocas de gloria de la señal estatal. Ni hablar de sus terrazas, cerradas desde que tengo 11 años. Me acuerdo que mi bobe me llevaba a pasear ahí los sábados a la mañana. Era todo recorrer ese lugar, con sus asientos de cemento, el lago podrido y la rampa de la parte de atrás. Vestigios de una Argentina que quiso ser grande y nunca fue (aunque el lugar tiene el estigma de haber sido construido en la época de los milicos).

Viernes de gloria
El viernes estuve todo el día más muerto que vivo, como diría mi bobe. Recuperé un par de horas en Livra que me había tomado el día anterior y después fui a buscar a Papá Oso al médico. El está mejor de ánimo, pero todavía tiene un par de consultas por delante. Después, reunión de laburo y, más tarde, cena para celebrar que Capitán Intriga ahora es Licenciado. Comimos empanadas, hablamos de celebrevities y Lucas se despachó con varios chimentos jugosísimos. Terminamos llorando de risa. Parecíamos drogados pero sólo habíamos tomado Coca Light y comido empanadas de La Fachada. ¿Tendrían sustancias prohibidas?

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