La masacre de Cromagnón
El sábado fuimos a bailar a un pub abarrotado de gente. "Si esto se prende fuego nos morimos todos", le dije a Patricio. Y bueno, un lugar se prendió fuego y murieron 175 personas y más de 700 resultaron heridos. Fue en un recital de Callejeros en la "disco" República de Cromagnón, espacio que había inaugurado Omar Chabán hace menos de seis meses.
¿Quien tiene la culpa? Todos. Primero, el gobierno (porteño y nacional) que habilita lugares que no cuentan con las mínimas medidas de seguridad. Salvo los cines, los restaurantes y la mayoría de los teatros, gran parte de los lugares que frecuento no parecen muy seguros que digamos. Muchos tienen pasillos angostos intransitables, dejan entrar más gente de la que cabe y tienen puertas bastante pequeñas. Ni hablar de salidas de emergencia o elementos como matafuegos en lugares accesibles. ¿Puede ser que nadie se fije en eso?.
Los dueños de los lugares se cagan en todos. A ellos sólo les importa cobrar entrada y vender tragos en la barra. Si pasa algo, jodete. Pero bueno, controlarlos es función de las autoridades, uno no puede quedarse encerrado sólo porque los lugares no son seguros.
Y en este caso particular, la banda tiene bastante responsabilidad. ¿O ellos no sabían que el lugar estaba sobrevendido?. Es más, dicen que a los que fueron al recital los revisaron de pies a cabeza. ¿De donde salieron entonces las bengalas? ¿Será que a algunos fans se las facilitó alguien de la producción del show?.
Por último, y aunque me digan que el público en estos casos es el más perjudicado... ¿Qué necesidad hay de prender bengalas en un show, en el medio del pogo? Eso es algo que siempre me da miedo. Por suerte a los conciertos donde suelo ir no hay bengalas (o por lo menos estoy lejos de ellas como me pasó en los shows de Los Piojos y Divididos en el Quilmes Rock). Prender una bengala y empezar a correr entre la gente no es divertido. Es estúpido. Y peligroso. Y el que lo hace debería ir en cana por cabeza. ¿O qué pasaría si yo fuera a un recital y empezara a hacer malabares con una granada o a jugar con un lanzallamas?
Otra cosa que no voy a entender es en qué cabeza cabe llevar bebés a un recital de rock. No da. Si decidiste tener una familia y querés salir, dejalo con alguien, pagale a una niñera o quedate en casa. Si no te importa nada un carajo y tener un hijo fue un accidente, jodete. Pero el pendejo no tiene nada que ver.
En fin, un post deprimente para un fin de año que pintaba bien. Esperemos que algo cambie. Y que no terminemos quemados en algún show o en alguna disco.

1 comentarios:

emimx dijo...

Una persona que prende una bengala en el medio de un pogo, no tiene nada que perder porque considera que su vida vale cero. Pensemos el caso de una persona sin trabajo y que viva en Florencio Varela o la Isla Maciel...a esa persona no le importa nada.

Lo mejor para que esto no suceda: RE EDUCACION Y RE DISTRIBUCION DE LA RIQUEZA.