Heaven and Hell

Folclorísima
Creo que hacía tiempo que no estaba tan alterado. Pero lo estaba, por motivos que no vienen al caso. ¿Nunca tuvieron esos momentos donde parece que el mundo conspira contra uno? Weno, el lunes a la tarde-noche estaba así, corriendo para llegar a la cena de Rosh Hashaná, luchando contra la tecnología, luchando contra los malentendido, puteando jefes de prensa, con el teléfono que hacía ruido y demás.
Y el martes ya venía con el humor muy alterado, así que tuve que correr, putear y hacerme a la idea de que no iba a poder zafar de ir a la presentación de los premios Atahualpa, una iniciativa que pretende incentivar el folclore argentino de la mano del gobernador Daniel Scioli y de la empresa de Hadad y Señora. Le había prometido ir a gente con la que tengo la mejor de las ondas y que encarecidamente me había pedido que vaya. Y como a los jefes de prensa copados hay que cuidarlos y quererlos, tuve que resignar portugués para ir a la conferencia de prensa. De todos modos en varios momentos sentí verdaderos deseos de que me viniera a buscar la muerte, cuando escuché a los responsables de los premios hablar de sus motivos (y a varios periodistas presentes hacer algunas preguntas). Lo mejor fue cuando una de las impulsoras del premio sacó a colación el libro "El Argentino Pelotudo" como símbolo de todo lo que no está bien y nos hace creer que los argentinos no servimos y que en contestación hay que promover la cultura nacional. Yo, sinceramente, creo que el argentino promedio es pelotudo señora, y eso es parte del ser nacional, no podemos negarlo. Además ¿a estos tipos se creen que en países del primer mundo como Estados Unidos o Francia no tienen obras culturales-artísticas que se mofan de su forma de ser sin ningún tipo de piedad? Yo le diría a esta mujer que mire "South Park", por ejemplo. En fin, cuando terminó el lugar quedó atestado de gente. Mucha termita peleando por una empanada. Decidí salir corriendo y exorcizar tanto tradicionalismo coqueteando con el imperio.

¿Heaven?
Me había enterado de última, pero me había enterado: Era la pre fiesta de los premios MTV. Y después de un año de promover "just because" cualquier estupidez de MTV Networks en uno de los medios en los que laburo, pensé que me merecía ir a boludear en la celebration de Don MTV. Fui en plan "voy a pavear porque me lo gané". Sobre todo porque la pre fiesta premios MTV no es algo que realmente rinda a nivel informativo. Por suerte, conseguí ir con Papá Oso en plan "tomamos algo, comemos algo, hacemos sociales". Sociales hicimos. Me encontré con colegas, jefes de prensa, amigos y demás. Tomar, bastante. José Cuervo es mi nuevo mejor amigo. Y comer... nada. Las mozas pasaban bandejeando unas pizzetas pedorras y la gente se les abalanzaba. ¿No podían haber invertido un poco más del presupuesto del catering en algo sólido? ¿O buscaban que la gente se empedara y fuera un descontrol? Igual hubo features copados. Como el set de fotos rockstar de Yahoo!, en donde fuimos retratados. Como soy bueno y me río de mi mismo les voy a pasar el link, pero el que haga comentarios maliciosos cobra.

Ah, ¡la vimos a Cumbio! ¡En persona! ¡La tuve a medio metro! Y, perdón por lo que voy a decir, pero en su flog da mucho mejor de lo que da en persona, jejeje. Igual, no vimos muchas celebrities. Lo máximo que vimos fue a nuestro amigo Andrés Giménez, a Michel Peyronel (con una campera de cuero que era un fuegorrrr) y a Diego Ripoll con Cabito (?), aunque sé que estuvieron Tripa, Florencia Otero, Miranda y el cantante de Hijos del Oeste (?). Ya también estuvo Ruth pero no la llegué a ver. ¡Me quiero cortar las venas con un CD de Colective Soul!

A eso de las 22, conmigo en un estado de ebriedad calamitoso, decidimos partir, visto y considerando de que conseguir algo sólido para paliar el alcoholizamiento iba a ser imposible. Terminamos en la pizzería Angelín, en donde fuimos infinitamente felices comiendo pizza con morrón, dde cancha, de muzzarela, de verdura y faina. Después, volvimos a casa a ver el repechaje de "Bailando por un sueño" (tenía que mirarlo por cuestiones laborales). Y tardé como dos horas en volver a la normalidad después de dos orgásmicos y desestresantes Cuervo Frozen.