El martes fuimos a ver "Cash", la nueva obra de José María Muscari. La verdad, tenía muchas expectativas porque las últimas dos cosas que había visto de él ("En la cama" y "Fetiche") me habían gustado mucho.Y la verdad, me divertí.
"Cash" reflexiona sobre el dinero y las relaciones de pareja (aunque no tiene la lucidez de "En la cama), a través de un grupo de personajes que intentan cambiar el destino vacacional de su tiempo compartido.
Hay un relator (Ronnie Arias) que va presentando las situaciones y haciendo comentarios, como un animador de reality show acostumbrado a escarbar en la mugre ajena, y tres parejas de características bien distintas. Por un lado está la que forman Belén Blanco y Nacho Gadano (dos personajes francamente olvidables): ella una insatisfecha que es amante de su jefe, el un huevón que juega al tenis y es amante de la profe de aquagym de ella. Después está el matrimonio gay (un sorprendente Daniel Aráoz y un Gustavo Garzón un poco duro), integrado por un arquitecto calentón que se la pasa maquinando cosas en su cabeza y un cosmetólogo. Y por último un ex matrimonio formado por una empresaria de la soja y un tano que tiene una cadena de parripollos.
Al mejor estilo Muscari, se suceden monólogos, momentos donde se juega con el límite entre realidad y ficción, videos y hasta un número musical. Y, hay que decirlo, hay partes del libreto que son antológicas. Sobre todo los monólogos del personaje de Garzón. Y todos los parlamentos de Norma Pons, que encima está genial en su papel (Normita es una grande). Por otro lado, me pareció que había cosas que no estaban tan bien conjugadas como en "En la cama", por poner un ejemplo; a algunos personajes a los que les faltaba algo (tal vez por falencia de los actores), y en algunas cosas me pareció que le faltaba jugarse un touch más (como en la resolución o en mostrar un poco más lo soretes que esos personajes podían llegar a ser). Pero la verdad, pasé un buen momento. Y como les dije, solamente la actuación de la Pons y varios apuntes de Muscari en boca de sus personajes, hacen que valga la pena pagar la entrada.
Mención aparte merece la función de invitados a la que fuimos el martes. El hall estallaba de gente (había famosos que iban desde Susú Pecoraro y Enrique Pinti hasta... ¡Doris del Valle!) y como suele suceder en estos casos, había mucha señora mayor y mucha loca. Un amigo que nos encontramos ahí lo definió de esta forma: "Acá hay más putos que en el sauna". Y a la salida, mientras charlábamos animadamente con Fok, el locaje se entregó a yirar sin restricciones. "Tenés que hacer más obras, porque a tus estrenos viene mucha gente interesante", le dijo a Muscari otro amigo pícaro que no podía más de mirar chongos. Sin palabras.
1 comentarios:
ja ja, sí, creo que había mucho locaje, mucho no me di cuenta, pero sí, el comentario de ESE amigo tuyo fue más q elocuente.
salu2 Leik
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