¡A comer cerdo que se acaba el mundo!

Yo no sé qué pasó el otro día por la cabeza de Cristina Fermández de Kirchner. Pero afirmó, risueña, que el cerdo mejora la actividad sexual. "Yo estimo que es mucho más gratificante comerse un cerdito a la parrilla que tomar Viagra", dijo la Miss Piggy patagónica. Para mí que le cambiaron la pastilla o le pifiaron a la medicación, porque es un poco bizarro que diga eso. Más porque después algunos especialistas en sexualidad, como el doctor Juan Carlos Kusnetzoff, salieron a desmentir que el cerdo tenga esas propiedades. Y ayer dijo que prefiere la carne de cerdo o el pollo (para adelgazar, dijo), a la de los buitres que no hacen nada por el país (?).

Y la verdad me sorprende esta mujer, porque era casi gracioso ver como podía relacionar cualquier cosa con la dictadura ("¡Que no nos secuestren más los goles!"), pero ahora ¡puede relacionar cualquier cosa con cualquier cosa! Así que estoy investigando, pero para mí esa habilidad discursiva es un poder mutante y no me extrañaría que esta mujer haya estudiado oratoria en la escuela para jóvenes dotados del profesor Xavier.

Así que para estar a tono, los dejo con un video de Miss Piggy (de una peli de los Muppets increíble de 1981) que la rompe.