Everything is wonderful, I'm having the time of my life

Dios mío ¡Qué semana! Perdón si los tuve un poco abandonados, se salió todo de control. El otro día les contaba los problemas con Metrogas. Bueno, el miércoles volvió el regimen fascista de la empresa a cortar el gas a todos. Pero por suerte, nosotros ya estábamos terminando de poner todo en regla, por lo que nos volvieron a dar gas de una. Igual, me pegué un estresazo que para qué les cuento.

Back in action
Ese mismo martes 13, además, me fui a la presentación de un programa nuevo de Ronnie Arias en Cosmopolitan TV. ¡Es tremendo! Se llama "¿Hasta que la muerte nos separe?" y es un reality en el que alguien le confiesa a su pareja que le fue infiel y que quiere que la perdonen. Todo en cámara. Después saqué unas declaraciones de Ronnie, pero me metieron en un grupo de periodistas desconocidos que preguntaban todos pavadas y hablaban todos al mismo tiempo. Fue medio garron, pero creo que cuando desgrabe sale algo lindo.

Lake y los emo
El miércoles hice combineta tren-subte para ir de Chinatown a Editorial Perfil para un informe especial sobre emo para Luna Teen (mi primer informe especial, sobre Cosplay, salió este número y gustó mucho en la redacción). Así que fui al encuentro de tres simpáticas chicas emo que me contaron todo sobre el fenómeno y me desmintieron una por una las cosas que los medios (algunos diarios, minutouno y sobre todo el gran Samuel "Chiche" Gelblung) andan diciendo sobre ellos. Anahí, Joana y Vanesa -mis entrevistadas- me juraron que no es común ver emos que se corten los brazos para exteriorizar su dolor, que no son bisexuales (bah, me dijeron que los chicos por ahí un poco sí) y que no son depresivos ni se llevan mal con los padres. De hecho, me dio la sensación de que son más alegres que los góticos o los punks. Qué se yo, igual para mi los emo son un poco como los alternativos de los 90 pero de ahora. Y claro, como todo, la escena está más prostituida. Si hasta El Otro Yo ahora tiene una línea de zapatillas. En fin, que me quedé hasta las 4 AM escribiendo esa nota. Y también gustó. Qué lindo es que te digan que te pasaste cuando te rompiste el culo laburando. Ah, en la editorial lo visité al colega. Y en el ascensor me encontré con una lectora anónima que me reconoció.

La casa de América
No contento con todo lo que había hecho en los días previos, el jueves fui a cubrir el lanzamiento de "La casa de América", un magazine matutino con Fernando Bravo y Anita Martínez. Y con el humor que tenía me puso un poco nervioso que fuera algo muy informal e improvisado. Pero más me hinchó los huevos un señor de Aptra que convirtió esa presentación -que de hecho interrumpió las entrevistas que estaba por hacer- en una pseudo conferencia de prensa de la que nadie jamás va a escribir nada. Lo mejor fue que cumplía años Juan Carlos Mesa y le llevaron una torta con una bengalita y le cantaron el feliz cumpleaños. O sea: puedo decirles a mis amigos que estuve en el cumple del gordo Mesa y no va a ser completamente cierto pero tampoco falso.

Y más!
Ah, también tuve que ver dos días seguidos "Bailando por un sueño" (insalubre totalmente) y en Livra seguimos a toda marcha, preparando el lanzamiento de Cereza (el sitio es genial, los que quieran invites me avisan).
Y vi la final de "Descabellados": ganó Anthony, el negrito. Yo estaba seguro de que iba a ganar la pelada ninja.