White Wedding

El otro día les conté de la despedida de solteros de Anita y Juancho. Bueno, el sábado fue el casamiento. Por algún motivo no me entusiasmaba demasiado ir a un casamiento, pero con el correr de los días se me pasó y me puse ansioso por compartir ese momento con mis amigos.
A Juancho lo conozco desde cuarto año, pero recién nos hicimos amigos cuando estábamos terminando quinto. Era un momento de cambios en mi vida, y él respondía al tipo de relaciones que estaba buscando en ese momento. Era, sin dudas, una buena influencia, una persona con buen humor, inquietudes, divertida. Y compartimos muchas cosas cuando yo era más chico. Hoy no tengo con él una relación tan fluida, pero lo importante sigue en pie.

Así fue que con Papá Oso nos dirigimos el sábado a la noche a la Iglesia Santa Elena, una capilla topísima en Palermo Green. Y aunque al principio hubo un cura malaonda que pidió que hagamos silencio en el templo, la ceremonia estuvo muy bien. Nunca me generaron interés los casamientos por Iglesia, pero hay que decir que tienen lo suyo. Esa cosa de los votos, los anillos y más votos y la bendición, esa invocación a las fuerzas mágicas ayuden a que el matrimonio sea para siempre tienen muy buen marketing. Además, hubo banda en vivo y un señor que cantó el Ave María.
Después fuimos a saludar a los recién casados al atrio. Que en esta iglesia era una salita en un subsuelo. ¡Cuánta gente! Hicimos cola para saludar, y por momentos me pareció que hubiera sido útil tener un turn-o-matic a mano. Así fue que, momentos más tarde, partimos hacia la fiesta.

La celebración era en Pur Sang, un salón con nombre que a mí se me hacía taiwanés o coreano (onda Bai Ling o Tsai Min Liang). Pero no, era un diminutivo de "pura sangre", ya que era el salón de la Asociación de Criadores de Caballos de Raza (sí, topísimo). En la recepción comimos cosas ricas (había una cazuelita de humita y frutos de mar que fue un regalo del cielo). Depués nos sentamos (nuestra mesa la compartimos con un par de compañeros míos del colegio con sus respectivas esposas / novias y un par de amigos del novio de la primaria). Me gustó verlos en esa situación. O sea, estamos todos más grandes, pero está bueno ver que ninguno se mediocrizó o se volvió una persona horrible.

Después de la entrada llegó el bailongo. Y hay que decirlo: fue la mejor lista de temas que escuché en un casorio en mi vida. El repertorio fue diseñado por Ana, y consensuado con Juan, y pasado al disc-jockey con instrucciones de respetarlo lo más que se pudiera. Así que tras un poco de reggaetón, la lista de temas terminó parecida a una de mis playlist, con canciones de Erasure, Mika, Madonna, Depeche Mode, Blur, Supergrass, Kylie Minogue y demás. Es más, el momento de mayor grossitud fue cuando la novia bailó con madre, suegra y tías al ritmo de "Don't You Want Me", de Human League. Fue todo.

Como en todo casamiento que se precie, hubo videos. El primero fue el típico de las fotos (en el que aparecí escrachado en mi más tierna adolescencia). Y los otros dos fueron antológicos. El primero fue una suerte de casting en el que participaron los novios, sus madres y varios amigos. De más está decir que Papá Oso y yo nos convertimos en verdaderas celebrevities de la fiesta. Él, por correr hacia cámara en musculosa tirando besos y haciendo caras locas. Yo, por estar mil horas tratando de cumplir la consigna "cantate algo", hasta terminar haciendo un pedacito de "Brother Louie" de Modern Talking. Sin palabras.
El otro video fue un clip gesellino con los novios y sus madres haciendo "Bienvenido amor", de Palito Ortega en la playa, además de una intro tipo "llame ya" de gente que no encontraba el amor. Totalmente genial.

La comida, además, fue muy buena. Lomo envuelto en panceta con salsa demi glass y una guarnición de algo que era como un soufflé de calabazas y otro de choclo. Y de postre capelina con helado y frutas. Para la mesa dulce hubo tortas varias y un par de postrecitos locos.

Ya entrada la noche, llegó el carnaval carioca. Que, en realidad, fue reemplazado con un bloque de música disco con cotillón al tono. Yo había pensado en reemplazar el carnaval carioca con música disco cuando me case. Se ve que mi idea no era tan mala y que a mis amigos se les ocurrió lo mismo. Alto momento de diversión.

Más tarde todo llegó a su fin y nos retiramos, cansados pero contentos. Ah, mi look de corbata de polka dots roja y negra con saco azul vintage (gracias Ejército de Salvación) hizo furor y mereció toda clase de felicitaciones. Aunque la corbata me la manché a los 5 minutos de arribar. Cosas que pasan.

La frase de la noche: "Chicos, cuíden que no se me salga nada del vestido. Porque vieja sí, chota no".

7 comentarios:

Anónimo dijo...

que copado ese casamiento.
esta bueno de vez en cuando oir sobre parejas que se lo toman con onda y no como un uptight event

Anónimo dijo...

El colega lo consagra como el best wedding journalist ever! Su crónica me dio ganas de ir a ese casorio. De tener un casorio. De casarme para tener un casorio! Lo felicito Lake. Por otra parte, quiero YA ser invitado al suyo. Y lo quiero en smoking. Beso.

Anónimo dijo...

Lakie, está bueno ver ex compañeros, me copa la onda reencuentro. ¿te ves segudio con la gente del secundario y primario?

Lake dijo...

Not really. I severed all ties long ago :-)

No veo a nadie del primario. Y de la secundaria sólo veo de vez en cuando al chico que se casó el finde y a los que me encontré en la fiesta (y espero verlos más seguido).

Soy alguien completamente distinto al que era cuando iba al colegio. Pocas personas sobrevivieron a la metamorfosis.

Anónimo dijo...

Trivia:
Sabés cual es el hit belga más conocido por los argentinos?

Nada de Brel, por cierto.

Posiblemente, el "carnaval carioca" que nos cansamos de escuchar en casamientos: ese enganchado llamado Disco Samba fue montado en los 80 (o en el 79?) por un grupo de belgas, que responden (o respondían) al nombre de Two Man Sound, o algo así.

¿Qué música ponen en el "punto alto" de las bodas cariocas? ¿Y en las bodas belgas? Quien sabe...

Lake dijo...

Posta? Hace poco descubrí que el famoso megamix infecto se llamaba "Disco Samba". Pero no tenía ni idea de que Two Man Sound fuera belga. Eso explica TODO: es Eurodisco puro y duro.

Además, le pregunté a un amigo brazuca emigrado recientemente a la Argentina si conocía Disco Samba y no sabía de qué le estaba hablando.

Anónimo dijo...

Posta, LAke.
Me acurdo cuando salió el disco: y era el hit de las fiestas de 15, en mis primeras fiestas de 15. La data de Two Man Sound la encontre en la era internet. tenian varios temas explotando otras vertientes latinas.
Salute