Y un día, el Piyi se fue

Sabíamos que podía llegar a pasar en algún momento. Era una de las posibilidades de tener como mascota un pájaro libre que había llegado por propia voluntad y que por propia voluntad podía irse cuando quisiera. Pero nos tomó muy de sorpresa. Tardamos un poco en caer. Pensamos que por ahí habría venido cuando no estábamos. Pero después de dos días de que no apareciera nos empezamos a hacer a la idea de que el pollito blanco se había ido y que no ia a volver.
Tenemos varias hipótesis de lo que puede haberle pasado. Nos inclinamos por desechar las más pesimistas (era difícil que se lo comiera un gato y no creemos que fuerte y grandote como estaba haya caído nuevamente en garras de aves de rapiña como pasó aquella vez que volvió lastimado). Existe la posibilidad de que alguien lo haya visto y lo haya atrapado. El Piyi Piyi era muy sociable con los seres humanos. Y si así fue, por lo menos va a estar con alguien que lo cuide y lo alimente. De todos modos, nosotros sospechamos que después de un mes en celo finalmente habrá encontrado alguna paloma que le haya dado bola. Y que ahora el pajarito pollerudo debe estar anidando con ella y apareándose a más no poder.
Así que no perdemos las esperanzas de que vuelva, pero como desde el domingo no volvió, tampoco nos hacemos demasiadas ilusiones. La verdad, cada vez que miro por la ventana de la cocina a ver si apareció y no lo veo, me inunda la tristeza. Se siente tan vacío ese espacio sin el pollito. Fue un verdadero regalo de la vida y me hizo muy feliz poder cuidarlo y quererlo, verlo comer en la cocina, descubrirlo paseándose por la casa para que lo dejemos salir, disfrutar
viéndolo bañarse, escucharlo quejarse cuando lo quería tocar... Y ni hablar de cuándo venía volando contento, al ver que estábamos en casa y que le íbamos a dar de comer.
Y aunque me pono triste cada vez que pienso en él, sólo espero que esté bien y feliz. Si alguno se lo cruza por palermo (es fácil de reconocer por sus anillos de aluminio en las patas) dígale que lo queremos mucho y que lo extrañamos. Y que en nuestros corazones siempre vamos a tener una cornisa reparada del viento en donde lo vamos a recordar con mucho cariño.



7 comentarios:

Tina dijo...

Ay, Lake, me entristece un poco esto.

Besote.

Blabbeando dijo...

Por lo menos les queda las memorias, las fotitos y el video. Snf!

Fausto ! dijo...

Va a volver como lo hizo la última vez... Vamos! Fuerza!

Razz dijo...

Piyi Piyi estaba seguramente en lo de Alfonsín. Es un pájaro demócrata, no lo olvides!

perez dijo...

Adiós, pajarito! Snif...

LeoPOP! dijo...

ay me dió como ganas de llorar un poquito!

Manu dijo...

Me hiciste llorar y recordar a Orejudo, un perro que tuve durante 10 años...