It's murder on the dancefloor...
Bueno, finalmente después de mucho tiempo nos pudimos reencontrar con Kill Mil. Fuimos a comer a un lugar en Suipacha 425 que no sé bien cómo se llamaba pero que era evidentemente para turistas latinoamericanos (un poco caro y no era gran cosa), junto a Kill, Betty y Ritis, quienes venían de ver a Miranda! en el Luna Park.
Después las chicas se fueron y nosotros encaramos hacia algún local bailable, siendo The Sub el elegido. Creo que Kill tenía ganas de ir pero no se animaba a decirlo. Y Papá Oso tenía ganas de ir, no lo decía pero insistía barajando esa posibilidad. Como de costumbre, parte de mí se resistía a ir, mientras que otra parte deseaba estar en casa durmiendo. Pero me callé la boca y me dejé llevar. Lo que sí, lamenté no ir al Club de Osos a sacarme una foto con Papá Noel (si algún blog reader fue que nos comente algo). Esta vez fui totalmente entregado a que me cobren 20 pesos la entrada (ya estoy harto de que Papá Oso me bardee porque nunca quiero ir a este tipo de antros). Y me sorprendieron muchas cosas. Primero, la cantidad de gente era un cuarto de la última vez que fuimos. O sea, era cómodo, pero a veces está bueno que haya mucha gente así tenés un espectro más interesante para mirar. Segundo: el 97% de la concurrencia pertenecía a la clase de locas estereotipadas que no soporto. Tercero: El nivel de gente dable era muy bajo.
Pero lo que realmente atentó contra mis posibilidades de diversión fue la música. Tanto que tuve que bautizar al disc-jockey como DJ Sadist. Su set de eurodisco noventoso fue lamentable. Imagínense una seguidilla de Dr. Alban, Haddaway, 2 Unlimited, Snap y Twenty 4 Seven. Imagínense que lo más rescatable era Ace of Base. Imagínense que en medio de todo eso, y sin solución de continuidad, se colaban "Don", "Yo te diré" y "El profe" de Miranda!. Imagínense que tuve que empinarme como 4 vodkas con sprite para soportar ese bochorno. Después en un momento amagó con mejorar con "Just Can't Get Enough" de Depeche. Y el momento bizarro cumbre de la noche fue "A Little Respect", de Erasure, con una pareja bailando el tema como si fuera un tango. Pero lo mejor era que a uno de ellos le faltaba un brazo... lo cuál hizo que todo fuera aún más freak. Después no me acuerdo mucho más, sólo que Kill Mil me hacía tomar más alcohol, "Hung Up" de Madonna y que en un momento me saqué la remera y hice la típica "poncho al viento" de La Sole. Necesito desintoxicarme.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

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