El regreso del Club Namuncurá
Después de varios meses de ausencia veraniega, el Club Namuncurá volvió con todo. Rob y Luke insistieron para que fuéramos con ellos (además Tina tenía que ir por cuestiones de laburo periodístico-investigadoril). Y aunque estaba un poco cansado, Papá Oso me convenció y allí fuimos.
Namuncurá recaló ahora en el local de Rivadavia al 800 en donde también funciona Cocoliche y en donde, en un par de ocasiones, se hizo Brandon (allá lejos y hace tiempo). El lugar está muy bien puesto, aunque hace un poco de calor, y tiene dos pistas. La de planta baja es más hip-hopera / funk, la del sótano es electrónica al palo (con unas luces LED que te queman el cerebro).
Las estrellas de la noche fueron las drag-queens, que hicieron su entrada triunfal por la puerta de emergencia, montadísimas con todo el glamour y munidas de globos dorados. Inolvidable La Diabla, amiga personal de Luke. Evidentemente, "Mamuncurá", como la llaman algunas travas, se está convirtiendo en la heredera del brillo y el delirio de Eldorado y Morocco. Y creo que su reubicación geográfica en el microcentro no es casual.
Y aunque me gusta más la música de Divas & Divos y Compass, la fiesta ocupa un lugar en mi podio personal de las mejores opciones para ir a bailar y a divertirse el fin de semana, con freaks divinos y gente con mucha onda que no vas a encontrar en otros lugares. Recomendadísima. (BTW: me freakeó un poco que buscando "Fiestas Namuncurá" en Google este blog haya sido el primer resultado)

2 comentarios:

Glas dijo...

estabamos en el mismo lugar

ELECTROCHONGO dijo...

después te voy a contar algo sumamente bizarro de La Diabla, pero tiene que ser en msn o personalmente, y no vale guardar la conversación!

saludetes!